El diseño nacional está buscando su camino. Cada vez son más los modistos de alta costura que vuelcan su creatividad a la diversificación de sus prendas, y toman cada día como un nuevo desafío. En este escenario encontramos a Stephanie Gosling, quien desde su taller propone reinventar los vestidos de quince años y prepara su colección de prendas cotidianas.
La idea de crear vestidos para fiestas de quince años más sencillos surgió gracias a la experiencia con Nadia Coral Ávila, joven a quien la cuarentena la sorprendió días antes de su fiesta y finalmente decidió no dejar pasar la ocasión y vistió su diseño en casa, con su familia y fue una emotiva experiencia según compartió con ÚH. “A raíz de la publicación, me empezaron a llamar mamás de nenas de 15 a pedir vestidos sencillos blancos para sus hijas. Y ahí pensé, en hacer una línea con varios modelos”, compartió la diseñadora. Y agregó “Las niñas vienen a mi atelier siempre con tanta ilusión de ponerse su vestido blanco en ese día, que me pareció genial hacer algo para cumplir ese deseo” refiere. Actualmente junto con sus colaboradoras está elaborando, 2 vestidos, para las niñas que van a celebrar sus cumpleaños en casa. Así como los conceptos también la forma del trabajo mutó. Atrás quedaron los encuentros entre telas en el taller, pero la producción se mantiene. “Ahora mismo cada una de mis modistas están trabajando desde sus casas”, comenta Stephanie. Y los diseños se realizan bajo la modalidad de listos para llevar y usar, basándose en los cortes que normalmente utiliza y en un talle estándar, con la opción de agrandar o achicar. En cuanto a los materiales emplean tules bordados, guipures rústicos, organzas, que se diferencian por la utilización más discreta. Un punto no menos importante es el costo, que según destaca Stephanie es bastante menor al que se acostumbra, adoptándose a la situación económica y a la naturaleza de los eventos. “Para nosotras representa el desafío más grande que nos tocó desde que estamos en esto. Reinventarnos implica un reto enorme, ya que hace mucho tiempo tenemos una línea de trabajo establecida y en nuestro caso, un calendario agendado hasta fin de año”, reflexiona sobre la situación actual. Para Gosling la fuerza está en la unión de las trabajadoras. “Por suerte cuento con un equipo de mujeres comprometidas al 100% y apasionadas por lo que hacen, así que vamos a poder incursionar en otra área de la moda adaptándonos al presente. Aunque a veces será difícil, estoy mirando al presente y futuro con ilusión y esperanza”, agrega. Elevar el vestir “de entre casa”. Everyday es la colección cápsula de Stephanie Gosling. La propuesta incluye palazos, shorts, blusas y camisas sueltas. Y con la llegada del frío sumaron buzos abrigados. “Los buzos son abrigados y a la vez cancheros, para estar cómodas y bien puestas en casa, pero también si nos toca salir de día”, añadió. En producción se encuentran unas 60 prendas que se realizarán a la par de los vestidos, que son el rubro principal de la casa de modas. Re pensar lo que queda d el año. En promedio al año desde el atelier de Stephanie Gosling se producen de 300 a 350 vestidos. “Este año perfilaba para nosotras ser uno de los más cargados. Teníamos agenda con pedidos de quinceañeras, debutantes, novias y coladas hasta diciembre. Y además estábamos empezando a prepararnos para nuestro primer desfile. Esto era algo que me llenaba de emoción, pero será el año que viene ya que en este son otras las prioridades”, comparte. Mientras se mantienen en contacto con las clientas, con pedidos confirmados, que tienen pensado reagendar las fechas de sus eventos. Así, cuando las condiciones estén dadas volverán a trabajar a medida y con las pruebas tradicionales. “Para las pruebas seremos muy cuidadosas con las medidas sanitarias”, concluye.
Preparan vestidos para lucirlos en fiestas en familia y prendas de casa con estilo.