Historia
Paraguay tiene vigente un tratado de comercio con los Estados Unidos desde el siglo XIX, el mismo fue la conclusión de un conflicto bélico-diplomático entre ambos países. En Diputados fue presentado un proyecto de declaración en el que se insta a la Cancillería a iniciar los recaudos para actualizar a los términos actuales el tratado.
El Water Witch era un vapor de exploración de la marina de guerra de los Estados Unidos, comandado por el capitán Thomas Jefferson Page, que llegó a Asunción el 1 de octubre 1853, explica Carlos von Horoch, docente e investigador. El Bruja del agua tenía como intención realizar exploraciones en nuestros ríos, y para ello el gobierno paraguayo no puso trabas. Excepto, dice Von Horoch, exigió que el vapor norteamericano no fuera aguas arriba de Bahía Negra, pues quería evitar que el buque llegara a territorio brasileño.
El vapor, sin embargo, fue más allá de lo acordado y navegó aguas arriba de Bahía Negra, llegando al puerto brasileño de Corumbá, lo cual irritó a Carlos Antonio López. Sin embargo, hubo otro hecho que fue la gota que colmó el vaso: fueron nuevos incidentes con una persona a quien López le retiró su reconocimiento como cónsul. El norteamericano terminó encontrando refugio en el Water Witch, navío que también cayó en desgracia al serle cancelados los permisos de navegación en aguas interiores paraguayas.
Von Horoch comenta quien fue esta persona que estuvo en el eje del conflicto. Se trataba del aventurero Edward Anthony Hopkins, quien desembarcó en Paraguay en 1852, buscando hacer fortuna de cualquier forma. Esta ya era la segunda visita, la primera fue en 1845 y en aquella Hopkins logró que la embajada de EEUU en Buenos Aires le acreditara como encargado de negocios en Paraguay. Tuvo buenas relaciones al principio con Carlos Antonio López, pero pronto el carácter arrogante del norteamericano y sus ideas liberales chocaron con autoritarismo de López, relata el investigador.
El conflicto
Cancelados los permisos de navegación en aguas interiores paraguayas, el capitán Page quiso vengar lo que consideró un insulto a su país, prosigue el relato; y entonces, el 1 de febrero de 1855, mientras navegaba el Río Paraná frente al fuerte paraguayo de Itapirú, dispuso que el Water Witch ingresara a uno de los brazos del Paraná, que correspondía a aguas territoriales paraguayas. Desde el Fuerte de Itapirú vieron las intenciones del buque norteamericano e hicieron un tiro de advertencia, el cual fue respondido, y así prosiguió con un duelo de artillería entre ambos, hasta que un tiro bien dirigido por la posición paraguaya dio de lleno en una de las paletas de propulsión del buque, dejándolo sin gobierno y fuera de combate, siendo arrastrado aguas abajo, donde gracias a la corriente pudo llegar al puerto argentino de Corrientes, pero antes sufrió la baja mortal de un timonel.
Al final, el incidente se resolvió de manera diplomática tres años después, comenta el investigador, aunque antes de eso, el gobierno estadounidense del presidente James Buchanan había enviado una escuadra de 19 buques con 200 cañones y 2500 hombres de desembarco para reclamar reparaciones. Dicha flota llegó a nuestro país en 1859, pero el conflicto se arregló por la vía diplomática. “Con gran habilidad del presidente Carlos Antonio López que solo accedió a pagar el 5% de lo reclamado por los estadounidenses, que también solo implicó un pequeño porcentaje del costo de toda la expedición”, apunta Von Horoch.
El tratado
El historiador Herib Caballero agrega que este incidente del Water Witch se resolvió a través de un tribunal de arbitraje, para lo cual viajó José Berges como árbitro paraguayo a Washington, y después el resultado de esas negociaciones fue la firma de un tratado. El mismo comprobó que este documento se encuentra en el Archivo Nacional.
Respecto al mismo, fue presentado un proyecto de declaración en la Cámara de Diputados por el diputado Sebastián García. En el documento se insta a la Cancillería a iniciar los recaudos para actualizar a los términos actuales el tratado vigente, aunque previamente será necesario contar con un dictamen de la comisión de Relaciones Exteriores, apunta García, para que Cancillería tenga la venia política por parte de la Cámara de Diputados para sostener esa conversación.
Socios estratégicos
García explica que se puede buscar que Paraguay incremente relaciones internacionales, relaciones comerciales con socios estratégicos, “y considerando los reclamos de muchos sectores, de tener relaciones con China continental, y que esas relaciones por la coyuntura Taiwan, Estados Unidos, Paraguay se ve en cierta manera frenada, entonces EEUU coopera en fortalecimiento institucional, lucha contra la corrupción, lucha contra el crimen organizado por ejemplo, y EEUU sería un socio estratégico en lo comercial”.
Indica que a partir de esa idea comenzaron a buscar el contexto histórico de las relaciones internacionales entre Estados Unidos y Paraguay. De esta manera se llega a un incidente diplomático, al incidente casi bélico ocurrido en 1855, cuando Paraguay cañoneó a un buque norteamericano que estaba navegando por las aguas del río Paraná hacia la zona de Itapirú, aunque era un buque que tenía fines exploratorios científicos fue visto con hostilidad por las fuerzas paraguayas.
Compensación
Agrega que, como ya se mencionó anteriormente, la mediación de este tratado duró varios años y como compensación y con el interés de Estados Unidos de fortalecer las relaciones con la zona, y de justamente marcar presencia ante la presencia europea en la época, se propuso un tratado comercial con el Paraguay.
“Ellos proponen, por ejemplo, que buques con bandera norteamericana puedan tener libre navegación, libre acceso a carga y descarga de mercaderías. Lo que en nuestro tiempo equivaldría a un tratado de libre comercio”, indica el diputado.
Sebastián García apunta al hecho de que el tratado, en su última cláusula, habla de su vigencia. Y la novedad es que técnicamente, nunca nadie derogó su vigencia. Lo que se firmó dice que el tratado tendrá una vigencia de 10 años, y se mantendrá vigente salvo que, con 12 meses de anticipación, uno de los países disponga su rescisión. Y el tratado quedo ahí.
García asegura que se ha encontrado que ninguna de las partes haya pedido la rescisión, por lo cual se considera que existirían condiciones de ajustar a los términos actuales, para considerarlo un tratado de libre comercio a todos los efectos. Menciona por ejemplo el acceso de la carne paraguaya, que es una negociación que se lleva adelante desde hace un buen tiempo y que podría ser la puerta de entrada para otros muchos productos nacionales.
“Hoy perdemos mucho porque nos mantenemos en este eje estratégico Taiwán, Estados Unidos, Paraguay, y ya que Estados Unidos se convierte en un socio estratégico en la lucha contra la corrupción, fortalecimiento institucional y la lucha contra el crimen organizado, entonces que también nos de un aporte estratégico más allá de las preferencias arancelarias que ya da actualmente, porque existe el sistema de preferencia arancelaria, pero que todavía no alcanza para mover la aguja en material comercial”. Y menciona que el periodo del actual Gobierno ya está terminando y todavía no entra la carne paraguaya a aquel país. “Entonces, con más razón deberían abrirse las fronteras y existe este documento que ajustado a términos actuales sería el equivalente a un tratado de libre comercio”. Mientras tanto, en Diputados aguarda un proyecto de declaración en el que se insta a la cancillería a actualizar a los términos actuales el tratado.