En el Hospital Regional de Encarnación (HRE), centro asistencial cabecera del Departamento de Itapúa, falleció en la noche del viernes un recién nacido, por falta de lugar en el área de terapia intensiva. La muerte se dio mientras lo trasladaban a Posadas, Argentina, en una ambulancia. Los familiares hablan además de negligencia.
Se trata del tercer caso de muerte en el hospital.
La madre, una menor de 16 años, llegó a Encarnación desde Capitán Meza el martes pasado, ya con dolores de parto, pero recién dio a luz al pequeño el viernes de madrugada, “supieron que necesitaba un lugar en terapia desde que nació, pero el director del hospital recién se comunicó con el Seme el sábado de noche”, lamentó la tía de la menor, Blanki Torres, quien expresó su indignación por la situación.
La mujer mencionó además que en todo el departamento no encontraron una cama en terapia neonatal y que el pequeño estuvo con respiración manual hasta la noche del sábado.
En el puente. Familiares del pequeño y comunicadores de Itapúa se movilizaron para conseguir una cama en el Hospital de Posadas y ambulancia para trasladarlo, pues la unidad del Hospital Regional no tiene los papeles necesarios para cruzar la frontera.
Pero el pequeño falleció camino al hospital argentino, “conseguí hablar con el director del Hospital de Posadas, Migraciones y el Sanatorio Borati, que lo estaban esperando del lado argentino. Todos en Argentina se pusieron en campaña para conseguirle lugar”, mencionó la periodista Myrian Moreno, quien lamentó la situación.
“Llegó hasta el puente. Le cobraron a la familia G. 3.500.000 la ambulancia por llevarle hasta Posadas”, dijo indignada la mujer, que ve historias similares desde hace décadas.
Otros trabajadores de prensa encarnacenos trataron, sin éxito, contactarse con el gobernador Juan Schmalko y el secretario de Relaciones Exteriores e Integración, Arturo Talavera, para pedirles ayuda para trasladar al pequeño.
Moreno agregó que sí se pusieron en contacto con ellos el concejal Sebastián Remezowski y el propio ministro Julio Mazzoleni para ofrecerles ayuda, pero ya fue tarde para el pequeño.