Intervinieron “más de 500 hombres de las Fuerzas Especiales el Ejército, la Infantería de Marina bloqueando corredores fluviales, la Fuerza Aérea dando cobertura con sus plataformas de inteligencia y moviendo tropas desde diferentes zonas del país”, dijo el general Navarro, quien agregó que fueron utilizados además “22 helicópteros de transporte y apoyo aéreo cercano”.
Por su parte, el director de la Policía, general Jorge Luis Vargas, aseguró que sus hombres tenían claro “que Otoniel no acudía a viviendas, ni se comunicaba por celular” y que “50 expertos de inteligencia satelital” siguieron cada movimiento suyo en las últimas semanas.
Según el genera Vargas, Otoniel tenía ocho anillos de seguridad que fueron identificados mediante un “trabajo satelital con agencias de Estados Unidos y del Reino Unido”, tan detallado que “sabíamos qué estaba comiendo” y que “su plato favorito era un animal de las selvas de Urabá”.
Además de las 128 órdenes de captura que tiene en Colombia por delitos como narcotráfico, extorsión, homicidio, desplazamiento forzado, tráfico de armas, conformación de grupos armados, concierto para delinquir y delitos de lesa humanidad, entre otros, sobre Otoniel pesan siete sentencias condenatorias y una solicitud de extradición de Estados Unidos.
Recluido en un calabozo de Bogotá, el capo del narcotráfico aguarda ahora su entrega a la Justicia estadounidense.