Comer un “asadito” en familia -de solo cuatro miembros- cuesta aproximadamente 61.070 guaraníes. Para una familia de clase media, darse este gusto (o lujo) dos veces al mes significa gastar 122.140 guaraníes, es decir, el 4,4% de los ingresos mensuales del hogar.
Así lo indica un estudio realizado por la consultora Cuore CCR, denominado “El gasto en los hogares paraguayos”, presentado durante el Congreso Paraguayo de Supermercadismo.
El cálculo incluye 2 kilos de asado de tira (costilla), una bolsa y media de carbón, medio kilo de pan, un litro de vino en caja, 3/4 litro de jugo en botella, 3/4 kilo de mandioca y un postre casero.
INGRESO FAMILIAR. Basada en una encuesta realizada entre setiembre y octubre, entre 800 jefes de compras en el hogar residentes en zonas urbanas, Cuore calcula que el ingreso familiar promedio, en un hogar de clase media, es de 2.721.000 guaraníes.
En tanto que en una familia de clase baja, el mismo gasto consumiría un 5.5% de los ingresos hogareños (que en promedio es de G 2.212.000). En una familia de clase alta, en cambio, implicaría el 2% de lo que ingresa mensualmente al hogar (G. 5.308.000 en promedio).
Según Jorge Nicosia, director de Negocios Internacionales de Cuore CCR, el estudio muestra que el consumo gastronómico en Paraguay está sumamente restringido.
En otro cálculo, la consultora muestra que si a los dos asados por mes se le agregan cuatro almuerzos con pastas y dos salidas al cine y a cenar afuera -esto solo para dos personas- , a la familia se le va casi el 35% del presupuesto en ello.
“Si por ejemplo incluimos en los gastos de una familia de clase media la comida, bebida, impuestos, colegio de los chicos, salidas gastronómicas, en promedio se gasta el 75% del ingreso”, dijo Nicosia.
SERVICIOS BÁSICOS. La encuesta revela, además, que los servicios básicos son caros, ya que se llevan casi el 13% de los ingresos promedio.
Nicosia explica que el aumento de los precios hace que la gente perciba que está gastando más de su ingreso en los productos de necesidad que en los llamados productos de deseo o de gratificación. La mayoría, además, compra dándole más importancia al precio que a la marca.