El avión Boeing 747 Dreamliner, en configuración “cargo”, matrícula YV3531, fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa). Ambas empresas están sancionadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros y Sanciones del Departamento del Tesoro de EEUU, según reportes judiciales y de la oposición política argentina.
La aeronave ingresó a Argentina el 6 de junio pasado con una carga proveniente de México, previa escala en Venezuela, con destino al aeropuerto Ezeiza. Y el miércoles despegó hacia Uruguay a cargar combustible, pero aterrizó nuevamente en el aeropuerto argentino porque Uruguay no habilitó su aterrizaje, según informaron los organismos intervinientes a la Justicia.
En Argentina, las petroleras no cargaron combustible al avión por temor a las sanciones de EEUU.
A la vuelta, el Gobierno argentino inmovilizó el avión en el Ezeiza y les retuvo el pasaporte a los cinco tripulantes iraníes, lo que se dio a conocer el sábado pasado, luego de que diputados de la oposición realizaran un pedido de informes al Poder Ejecutivo sobre el ingreso y circulación de este vuelo.
NEXOS. La Justicia argentina investiga desde esta semana, bajo secreto de sumario, los vínculos de la tripulación con el terrorismo internacional.
El juez Federico Villena, a cargo del Juzgado Federal Criminal y Correccional de Lomas de Zamora 1, decidió mantener retenidos los pasaportes de los iraníes Mohammad Khosraviaragh, Gholamreza Ghasemi, Mahdi Mouseli, Saeid Vali Zadeh y Abdolbaset Mohammadi y de los 14 venezolanos por “tiempo indeterminado”, según informaron a Efe fuentes judiciales.
ALLANAMIENTO. Todos ellos se encuentran alojados en un hotel cercano al aeropuerto, el Hotel Plaza Canning. Las habitaciones que ocupan los tripulantes fueron allanadas por orden judicial. Efectivos que participaron del operativo se retiraron del lugar con varias cajas, luego de dar cumplimiento al mandato. El ministro de Seguridad argentino, Aníbal Fernández, señaló el lunes que uno de los nombres de los tripulantes, Gholamreza Ghasemi, “coincide” con el de un miembro de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, definida por EEUU como organización terrorista.
Fernández explicó que, sin embargo, ninguno de los tripulantes contaba con alertas rojas ni ningún tipo de restricción de ingreso a Argentina. Y que “con posterioridad al ingreso”, las autoridades de ese país recibieron información de organismos internacionales que “advertían acerca de la pertenencia de parte de la tripulación a empresas relacionadas con la Fuerza Quds”, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, clasificada como terrorista por Estados Unidos.
Venezuela, cuyo presidente Nicolás Maduro visitó Teherán el fin de semana, no ha hecho ninguna declaración oficial sobre el caso.