La Policía contaba con información de que Acosta se estaba movilizando en la zona de Alto Paraná, Caaguazú o Central y viajaba con frecuencia al Brasil. Se hizo un trabajo de recolección de información, hasta que hace unas semanas identificaron al prófugo, que en los últimos años se movilizaba con identidad de otra persona, trabajando normalmente, según refirió el comisario Nimio Cardozo, jefe de dicho Departamento.
“Se hizo una vigilancia en la zona y se detuvo ayer a Acosta en la vía pública, cuando llegaba con su vehículo (Jeep Cherokee). Según el sistema Afis, salió positivo que era la persona buscada”, apuntó el jefe policial.
Acosta utilizaba la identidad de una persona probablemente ya fallecida, según los investigadores, de nombre Héctor Diego Ruiz Díaz Figueredo.
“Luego de la fuga comenzó una nueva vida con la cual estaba eludiendo a la Justicia”, refirió el fiscal Federico Delfino.
El recapturado se movilizaba en la clandestinidad por todo el país durante estos años. Ahora la Fiscalía va a determinar si todas las documentaciones encontradas son falsas o no.
En su poder se encontraron billetes uruguayos, tres celulares y las documentaciones.
Conforme a las órdenes judiciales, ayer fue transferido inmediatamente a Tacumbú.
NUEVOS PROCESOS. Ahora la Fiscalía debe determinar si es que Richard Acosta será también procesado por abuso de identidad y eventualmente por producción mediata o inmediata de documentos de contenido falso.
Cumplía condena
Richard Acosta tiene una condena de 15 años de cárcel por secuestro, robo agravado y asociación criminal, del 2004. Había sido parte del secuestro de la familia Marecos Bogado. El hecho ocurrió en el año 2002 en San Lorenzo. Para liberar a las víctimas se exigió el pago de G. 100 millones y 1,5 kilos de oro.