“Creo que esta tragedia marcó mi vida porque realmente me tocó el corazón. Nunca, nunca la voy a olvidar”, describe el doctor Carlos Vacaflor Montero, jefe de cirugía plástica y reconstructiva en el Hospital de Niños de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia).
Vacaflor es uno de los 107 profesionales que llegaron del exterior para brindar su ayuda en esos días. “Lo más importante que perdura a través del tiempo es la amistad que sigue con todos los que trabajamos durante esa tragedia”, expresó.
La pregunta que rondaba a la médica siquiatra Verónica Yañez, quien llegó desde Chile, fue saber cómo trabajar con las personas que sobrevivieron, pero perdieron a sus familiares. “¿Cómo levanto a esta persona de esta tragedia tan grande y cómo le doy fuerzas para seguir viviendo? Eso me llegó mucho”, contó. Al volver, 15 años después, el cirujano argentino José Luis Gallardo fue a saludar a sus colegas paraguayos con los que trabajó en esos días. Sin embargo, tenía pensada una visita más, pero no tuvo fuerzas para hacerla: ir hasta el Memorial del 1A.