Apuntó que una suba de los combustibles siempre se traslada a los costos finales. “Entonces, no somos los supermercados los malos de la película en este caso. Nosotros estamos del lado de las familias que son las que compran y más bien queremos cuidar que no suban los precios”, enfatizó.
Consideró que el Gobierno no podría hacer mucho por la coyuntura que se está dando en este momento.
“El aumento va a afectar la cadena logística de los proveedores. No sé si va a afectar luego al consumo. Va a impactar en toda la cadena”, estimó.
Por otra parte, Sborovsky expresó que sería bueno que ante esta situación, se combata como nunca el ingreso de productos de contrabando y habrá que ver luego cómo afecta en este orden a la reapertura de la frontera por parte de Argentina.