Tras permanecer por varias horas, los usuarios, en medio del calor intenso, lograron realizar un contacto con el presidente de la Essap, Natalio Chase, quien mediante una comunicación por celular hizo llegar su respuesta a los requerimientos de los manifestantes, mencionando al Ministro de Obras Públicas y Comunicaciones y prometiendo que la población ahora pasa a depender de la institución para recibir el líquido vital las 24 horas, mientras dure el proceso de traspaso de Senasa a Essap.
Con la amenaza de los habitantes de cerrar la planta de acueducto, que está a cargo del MOPC y bajo administración de la Essap, se logró la reacción del presidente Chase, quien se puso en contacto con la gente. Por parte de Senasa y Erssan no hubo respuestas, pese a que estas dos instituciones desde hace muchos años se encuentran en pleno conocimiento de la problemática, que irónicamente les afecta a los casadeños, pese a ser un localidad ribereña.
Luego de conocer la propuesta del presidente de Essap, los manifestantes se pusieron de acuerdo y levantaron momentáneamente la protesta. Pero prometieron hacer un seguimiento al servicio y, de no prosperar la propuesta, volverán a manifestarse.
Los pobladores pidieron que se involucre, en una mesa de negociación, a las autoridades tanto de la Gobernación, del Municipio y a la diputada representante del departamento, con el propósito de zanjar la problemática y lograr una solución definitiva a un problema que data de hace décadas.
SEGUNDO DÍA DE MARCHA. Los casadeños, en su segundo día de manifestación por el agua potable, intensificaron sus reclamos con la amenaza de tomar de forma indefinida la planta del acueducto, para de esa manera evitar el bombeo del fluido hasta las comunidades del Departamento de Boquerón. Se trata de una forma de presión para obtener una solución definitiva al problema del líquido vital que arrastran desde hace más de 15 años.