Eladio Feliciángeli explicó al Tribunal de Sentencia que la empleada de su hermana le avisó que esta no despertaba y ya había pasado su hora normal, por lo que fue a su habitación.
El testigo refirió que abrió la puerta y en principio creyó que estaba durmiendo, pero luego levantó la almohada que estaba sobre su cabeza, y vio los rastros de las heridas.
Al final, se percató de lo ocurrido. Señaló que alertó a su sobrino y a su hermana Mina Feliciángeli, que a su vez alertó a la Policía.
Reconoció en el juicio oral el cuchillo que estaba en la habitación, que habría sido el arma homicida.
La hija de Olga Feliciángeli, Tania, explicó que llegó cerca de las 05:00 y que vio a su madre en la cama. “Fue la escena más horrible que me tocó ver en toda mi vida”, comentó entre lágrimas. Contó del estado de salud de su madre, que estaba convaleciente tras el Covid-19.
En la audiencia de ayer, estuvo presente el acusado, que fue traído desde Emboscada. Se sentó en la punta del escritorio, para observar a su defensora Pública, Celeste Jara. Estuvieron también la fiscala Claudia Aguilera y los querellantes adhesivos.
En el juicio oral también declaró el policía que realizó la investigación y comentó cómo pudieron llegar al acusado, a más de las pruebas que encontró.
El juicio oral continuará con más testificales, y luego ya ingresarían en la etapa de documentales.