Cuando se les pregunta a los inversionistas industriales extranjeros la razón por la cual desean radicarse en Paraguay, estos responden que la abundante y barata energía es el principal motivo. A propósito, la Federación de Industrias de Río de Janeiro (Firjan) recientemente elaboró un ránking de los países con la energía más barata para las industrias. Esta asociación actualiza constantemente los precios e hizo el estudio sobre 28 naciones.
Según el reporte, Argentina está en primer lugar con un precio de 24,46 dólares el megavatio/hora (MWh). No obstante, vale recordar que la energía argentina está subsidiada por el Gobierno de Cristina Fernández. Esta medida es objeto de fuertes críticas de parte de analistas y opositores, quienes aseguran que los subsidios no se podrán mantener, generando un barril sin fondo en el presupuesto del vecino país.
En segundo lugar ya se encuentra Paraguay, cuyo precio es de USD 41,53 el MWh. Es importante mencionar que este es el precio para consumidores mayoristas (industrias) y no para los usuarios residenciales.
En tercer puesto figura Ecuador, cuyo costo es de USD 47,65 el MWh (ver infografía).
El ingeniero Guillermo López Flores explicó que en Brasil no existe un costo mayorista porque hay una multiplicidad de precios, puesto que existen 43 distribuidoras y cada una compra por subasta y ya la adquiere para 20 años.
Residencial. Actualmente la tarifa residencial de la ANDE es de 365 guaraníes el kWh (si se sobrepasa el consumo de 150 kWh), por lo que el MWh para los consumidores minoristas (residenciales) tiene un costo de USD 81 el MWh.
Según López Flores, USD 41 es el promedio por el que la ANDE vende la energía a las electrointensivas. A su parecer, este precio ya es muy caro puesto que la estatal adquiere la energía de Itaipú por USD 22 el MWh.
Señaló que la ineficiencia de la ANDE es la que arroja pérdidas económicas, puesto que, vendiendo su energía a un precio alto, igual registra un 30% de pérdidas de energía por mes. Esto significa que deja de ingresar USD 15.000.000 mensuales.
Las conexiones clandestinas, sumadas a las fallas técnicas y comerciales (deficiencias en los cobros), son las responsables de las pérdidas energéticas. Solo en un año, de noviembre 2012 a noviembre 2013, la ANDE dejó de percibir casi USD 200 millones.