El primero en hacerlo fue el embajador ante la Santa Sede, Alfredo Ratti.
Posteriormente, lo hicieron Ángel Ramón Barchini y Rogelio Benítez, embajadores ante Qatar y Uruguay, respectivamente. Ambos, para retornar a la actividad política con el interés de postularse para legislador, el primero, y para gobernador de Itapúa, el segundo.
Los tres jefes de misión dimitidos no pertenecen a la carrera diplomática y fueron designaciones políticas.
La cuarta renuncia fue de la embajadora Ana María Baiardi, quien ejercía la representación diplomática del Paraguay ante el Perú.
En su caso, dejó el cargo para desempeñarse como gerente de Género, Inclusión y Diversidad de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, puesto al que ingresó por concurso.
Baiardi es diplomática de carrera y fue ministra de la Mujer durante el gobierno de Horacio Cartes.
Fuentes diplomáticas aseguran que ya existen candidatos para Uruguay y Perú.