Continúa la inestabilidad climática en todo Ñeembucú y con el correr de las horas, aumenta la cantidad de familias afectadas. Según las predicciones meteorológicas, estas condiciones seguirían toda la semana, provocando el aumento del nivel del río Paraguay, que se aproxima a los ocho metros en Pilar. Este escenario ya provocará la activación de la primera alerta amarilla, y desde la Municipalidad anunciaron que con este panorama ya instalarán el Centro de Operaciones de Emergencia.
Las proyecciones hidrológicas en las cuencas alta, media y baja señalan que en la zona del Pantanal, los niveles son normales. Los expertos sostienen que recién a mediados del mes de mayo podría darse un leve descenso en la zona.
La Comuna centrará sus tareas en las limpiezas de los cauces, para permitir el escurrimiento más rápido del agua en la ciudad y en las compañías Camba Cuá, Valle Apuá y Medina, de la capital departamental, que se encuentran muy perjudicadas por las continuas lluvias.
El distrito de San Juan es una de la zona con mayor afectación. Desde el sábado hasta la víspera cayeron cerca de 300 milímetros de agua, mientras que en Pilar, el agua caída supera los 160 mm.
Todos los cultivos para consumo familiar se perdieron, e igualmente los caminos que en su mayoría son de tierra están intransitables.
Ayuda humanitaria. Estuvo ayer en la capital de Ñeembucú el ministro de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), Joaquín Roa, quien –tras reunirse con el gobernador de Ñeembucú, Luis Benítez, y con 13 de los 16 intendentes– anunció que el Gobierno Nacional destinará la ayuda necesaria a los afectados por las lluvias y la crecida del río.
Refirió que se priorizarán los distritos más afectados por las lluvias, señalando en ese orden a San Juan de Ñeembucú, Guazú Cuá, Tacuaras, Pilar, Villa Franca, Alberdi y Villa Oliva.
Roa mencionó que se coordinarán las tareas con las autoridades locales para llegar a todos los damnificados, y resaltó que ya los camiones de la SEN están rumbo a este departamento, transportando lo más necesario, es decir, kits de alimentos para los afectados, que precisarán de ayuda por un largo tiempo, puesto que perdieron también sus cultivos.