Por decisión de la familia, sólo hay nueve personas autorizadas a entrar a la sala velatoria de Palermo: su familia directa, Marta, Eduardo y Jorge Fort, Karina Antoñale, cuñada del mediático, Gustavo Martínez, padrino de Martita y Felipe, la niñera Marisa, Guillermo Peyrano, amigo personal de Ricardo y dos custodios apodados Willy y El Indio, informa el portal argentino de noticias TN.
Según información que trascendió desde la cochería, ninguno de los mencionados se acercó a acompañar los restos de Fort desde ayer al mediodía, cuando fue ingresado. De hecho, pasó la noche solo.
El sepelio, sin embargo, aunque intimísimo, fue orquestado a lo grande. Su hermano mayor, Eduardo, encargó un féretro de cedro presidencial y se estima que el servicio costó cerca de 150 mil pesos.
La decisión de la familia de velar a Ricardo en una ceremonia privada enfureció a las fanáticas, que aún permanecen en la puerta de la sala velatoria a la espera de una despedida.
Al mediodía, los restos del mediático serán trasladados a un cementerio privado de Pilar.