15 may. 2025

“Si el ladrón es chacariteño, el título es más grande”

Bastante más de cien familias de la Chacarita perdieron sus hogares durante la muy esperada Nochebuena, liberadora al calor de la mesa familiar en un 2020 (casi) unánimemente malo. Fue tras un despiadado incendio causado, según reportes, por el uso de pirotecnia en los bajos del secular Cabildo de Asunción, cuyo edificio fue en parte afectado por las llamas.

Un poco más al sureste del siniestro, en Chacarita Alta, nació en 1946 uno de los futbolistas más representativos de cuantos fueron alumbrados cerca de la bahía del río Paraguay, sitio al que Maneco Galeano le puso música y letra con su gente dentro. Valentín Mendoza, ahora que numerosas voces se arraciman para responsabilizar a la propia Chacarita de todos sus males, se apresta a reivindicar a su barrio cuando se proyectan sobre él prejuicios atávicos. “Si el ladrón es de la Chacarita, el título del diario es más grande”, titula él para ÚH.

Ex futbolista de Resistencia, Cerro Porteño y las selecciones nacionales, Mendoza vive en su misma entraña natal de siempre, en Mompox 435. El nombre de su calle memora el de un venezolano solidarizado con el panameño Antequera en la causa de los comuneros asuncenos, hace trescientos años. Antequera es calle que muere a un costado de la vieja estación del tren, pero no entra en el Bajo a acompañar a Mompox hasta donde vive el popular Pachanga.

“Nosotros estamos muy orgullosos de nuestro barrio”, afirma él tajante. “Esta zona es un hogar grande que tienen todas las comunidades”, dice graficando muchas Chacaritas. “Nosotros mismos aliviamos la desgracia del barrio. Somos orgullosos también de los tres clubes que hay”, insiste en la veta futbolera y social.

Oriental, 3 de Febrero y Resistencia alimentan las necesidades pasionales y comunitarias del enclave centenario de la bahía. En sus instalaciones se celebran las actividades sociales habituales de la comunidad y, en pandemia, fueron focos de solidaridad a pesar de que la APF dejó sin competición ni ayuda especial a los clubes de las divisiones “marginales” del fútbol paraguayo.

Quien comenzó en Resistencia, en 1964, su largo trayecto como jugador finalizado en 1981 en 3 de Febrero, es el lateral izquierdo más recordado del siglo XX con la camiseta de un vigoroso club afincado en otro barrio eminentemente trabajador de Asunción, el Obrero. En 1967 llegó a Cerro desde Rubio Ñu. “En esa época estaban todos los juveniles que ascendieron a primera, entre ellos Miguel Ángel Sosa, Hugo González, Justiniano Enciso, Saturnino Arrúa, Severiano Irala, Adalberto Escobar, Celino Mora. El agujero que faltaba ahí era el del lateral izquierdo y llegué yo”, recuerda jovial don Valentín. En Cerro estuvo hasta 1974. “Fui parte de famoso Ciclón arrasa”, resume.

Al llegar al Ciclón el coronel Pablo Rojas, presidente del club, fue a conocerlo mejor durante la inspección médica. “Le preguntó al traumatólogo Mieres qué tal estaba yo. Cero kilómetros, le dijo el doctor. Me bajé de la camilla y el coronel me preguntó dónde vivía. En la Chacarita, le contesté. Entonces él me dijo que si quería jugar en Cerro Porteño tenía que mudarme enseguida. Ahugaseterei la Cérrope, mi coronel, pero la Chakaritagui nasemo’ãi (Demasiado quiero jugar en Cerro, pero de la Chacarita no voy a salir), le respondí”, cuenta entre risas. “Nde personalidad voi nde mitã’i, upearete voi repytáta (tenés personalidad, muchachito, por eso mismo te vas a quedar), me respondió”.

Pachanga quedó en la historia de Cerro.

–¿Te sentiste discriminado en el fútbol por vivir en la Chacarita?

–No, nunca. Al contrario, porque yo siempre sentí que por donde iba engrandecía la Chacarita. Lastimosamente, después que se hizo la Costanera hay más ladrones ahí, pero ladrones hay en todos lados. A veces entran, roban y se van y ese ladrón por más que no es chacariteño, ya queda el barrio como el culpable. Te puedo decir que después del incendio de anoche hay necesidad, pero también oportunidad para conseguir un buen trabajo. En la Chacarita hay gente buena también, universitarios, médicos, abogados.

–Y el apodo, ¿de dónde viene?

–Yo pues me iba a las fiestas de Guarambaré, Itá, Yaguarón, Caacupé. Éramos tres amigos y yo con quienes seguíamos a Los Jokers. Kike Krona (cantante y conocido olimpista) me puso Pachanga. A mí me gustaba bailar y siempre estaba ahí. Jugábamos sábado y cuando teníamos libre podíamos divertirnos. Yo no tomaba entonces, solo me gustaba bailar.

–¿Quiénes eran tus cuates en esas travesías?

–Chacariteños, la mayoría.


Valentín Mendoza, ídolo chacariteño de Cerro Porteño en los 70, habla con ÚH de fútbol y su barrio tras el incendio.


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títulos ganó Pachanga Mendoza en Cerro Porteño. Fue en los años 1970-72-73-74. Nunca salió del país.

Entre Eusebio y Marilyn Monroe
“Un primo mío”, comienza recordando Pachanga a algunos futbolistas chacariteños de la historia, “Eulalio Veloso, jugó en Guaraní y fue el primer futbolista paraguayo que jugó contra el Benfica de Eusebio”, se enorgullece. “Milner Ayala fue el primer campeón sudamericano en 1953, en Lima, jugaba en River y fue

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eliminatorias disputó con la selección, la de 1970 y la de 1974. Siempre vistió con orgullo la albirroja.