“Se trata de un álbum de viaje, ya que la última aventura ocurría en el pueblo. Astérix y Obélix se irán hacia un destino desconocido (...) este país en realidad no existe actualmente como tal”, dijo el guionista al semanario francés Journal du Dimanche. “Cada álbum es un pequeño paso para divertirse un poco. Y Obélix sigue su lenta evolución sicológica”, agregó.
Preguntado sobre si todavía puede recurrir a los clichés particulares del país visitado, como solía hacer este cómic, Ferri reconoció que ahora es más difícil. “En los años 1960, Albert Uderzo y René Goscinny (ndlr: el dibujante y guionista originales, respectivamente) podían reírse de los extranjeros, caricaturizar a los ingleses con sus grandes dientes, a los griegos con su perfil griego. El ambiente era sano. Hoy, prácticamente, necesitamos un diccionario para saber sobre qué podemos bromear o no”, explicó.
“Jugar con los clichés forma parte de los códigos de Astérix. Pero no me molesta alejarme un poco de ello. Tengo la suerte de que mi humor personal no me lleva hacia caricaturas demasiado frontales. En La Hija de Vercingétorix suavicé la forma de hacer hablar a los adolescentes, por ejemplo”, indicó Ferri, quien se encarga del guionado desde el año 2013.
El 38º álbum, La hija de Vercingétorix, de Jean-Yves Ferri y Didier Conrad, fue de lejos el libro más vendido en el 2019, en Francia. Desde el 2013, los héroes imaginados hace 61 años por René Goscinny y Albert Uderzo (fallecidos respectivamente en 1977 y 2020) alternan entre una aventura en el pueblo y un viaje. AFP