El senador Juan Carlos Galaverna, quien últimamente mantenía un perfil bajo, aprovechó ayer el acto de proclamación de candidatos electos en la ANR para volver a hacer de las suyas. En medio de la parsimoniosa entrega de certificados, el legislador se levantó de su asiento en el escenario principal, y como en otras ocasiones agarró el micrófono con el fin de levantar el ánimo de la multitud aglomerada en la Junta de Gobierno. En un intento por aplacar las quejas y escaramuzas que se producían en la entrada de la sede de los colorados debido al acceso restringido por parte de policías y militares de la Escolta Presidencial, Galaverna arengó, recitó y cantó, como habitualmente lo suele hacer en los actos de campaña política.
El congresista, escudado por su hijo, el diputado Nano, y de Sol Cartes, entonó su ya clásica polca Colorado Pynandi, lo que hizo despertar a los presentes quienes con palmas acompañaron cada estrofa.
Galaverna se ubicó al lado de Cartes, Peña y Alliana, demostrando que su protagonismo aún sigue intacto, pese a que en los últimos tiempos optó por evitar el mediatismo.