La cantante estadounidense Aretha Franklin, conocida como la “reina del soul”, falleció a los 76 años en su casa de Detroit (EEUU), informó su representante Gwendolyn Quinn a los medios locales.
Quinn indicó que Franklin murió rodeada de amigos y familiares, tras permanecer varios días en cuidados paliativos por el cáncer de páncreas que sufría.
Franklin, poseedora de una poderosa voz que encandiló a millones durante décadas, cantó en la ceremonia de investidura del ex presidente Barack Obama (2009-2017), en enero de 2009, al igual que lo hizo antes en la del también exmandatario Bill Clinton (1993-2001).
Su última actuación fue en noviembre de 2017 para un concierto en Nueva York de la Fundación Elton John para la lucha contra el sida.
Franklin, una de las voces más impresionantes de la historia de la música que enterneció al mundo al ritmo de I say a little prayer, fue condecorada en vida con la “medalla presidencial de la libertad” –el mayor honor civil dado en EEUU– y con la “medalla nacional de las artes”.
Más de cuatro décadas sobre los escenarios engendran un mito que se certifica con sus más de 40 álbumes y el ser proclamada por la revista Rolling Stone como la mejor cantante de la historia.
Nacida en 1942 en Memphis (Tennessee, EEUU), Franklin llevaba en la música desde los años 50 y cuenta con éxitos como Respect y Spanish Harlem, a los que se suma el ganar 18 Grammys. En 1979 recibió su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y en 1987 fue la primera mujer que ingresó en el salón de la fama del “rock and roll”.
Inició su carrera cantando en Detroit, donde creció, en la iglesia de su padre, el reverendo C. L. Franklin, y realizó sus primeras grabaciones de góspel con 14 años –en la discográfica Checker Records– junto a sus hermanas, mientras aprendía a tocar el piano de oído. Tras rechazar las ofertas de Motown y de RCA Label, Aretha Franklin firmó con Columbia Records y se mudó a Nueva York. Allí grabó su primer sencillo, Today I sing the blues.
Fue con Atlantic Records donde halló su verdadera identidad y empezó a saborear las mieles del éxito. En 1967 versionó Respect, de Otis Redding, y aquel inolvidable tema la llevó al número uno de ventas en EEUU.
Con el engrasado acompañamiento del grupo The Muscle Shoals Sound Rhythm Section en el estudio, Franklin llevó la intensidad y la pasión del góspel a temas y espacios profanos como las reivindicaciones feministas o raciales. Este paso de la iglesia a la calle, clave en la génesis del soul, situó a Franklin en los 60 al mismo nivel de otros genios del género como Sam Cooke, Otis Redding y James Brown. Así firmó clásicos como (You Make Me Feel Like) A Natural Woman, Chain of Fools, Think, y otros más.EFE