Por Marco López
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Franz Ferdinand tiene muy clara la película que se debe interpretar sobre un escenario para conquistar a puro rock.
La noche del martes en Rakiura (Luque), el cuarteto escocés, liderado por el carismático vocalista y guitarrista inglés Alex Kapranos, desparramó durante casi dos horas sus riffs, ritmos bailables y estribillos fáciles de acompañar, con una actitud y entrega que conquistaron a las más de 7.000 personas que acudieron al recital.
Kapranos rompió el hielo de entrada con la frase “Mba’éichapa Paraguay”, que desató la primera gran ovación de la noche.
Entonces, con No you girls, comenzó el despliegue de un set energético, demoledor, que continuó entre otras canciones con Do you want to, Can’t stop feeling, The dark of the matinée, Walk away y Take me out. En ellas, Nick McCarthy (guitarra) y Kapranos se desenvolvieron con total soltura, invitando siempre al público a participar de la fiesta.
Para la memoria quedará el solo de batería liderado por el encargado de la sección rítmica, Paul Thomson, al que se unieron sus compañeros, incluido el apático e imperturbable Bob Hardy (bajo).
Además, el bis, de más de 30 minutos, fue una gran sorpresa. Aunque en la música de Franz Ferdinand es inevitable encontrar influencias de Joy Division y similitudes con contemporáneos como Interpol o The Strokes, Kapranos y compañía marcan su propio camino en la senda del rock.
El martes lo demostraron mojando la camiseta, literalmente, en Rakiura.