La otra cara de la moneda ante la esperada lluvia, que al fin llegó al territorio chaqueño, es el estado de los caminos de tierra que quedaron con mucho barro y que afecta a las localidades que aún no poseen ruta asfaltada.
Lo importante fue la clausura durante las precipitaciones, que es un método aplicado en tramos como km 65 hacia el desvío a Carmelo Peralta, en Toro Pampa - Fuerte Olimpo y Bahía Negra, que tienen portones para cerrar el paso cuando cae lluvias y que esta disposición de la Asociación de Caminos que tiene convenios con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones trata de que las vías no se destruyan.
Al inicio de esta semana todos los tramos volvieron a estar habilitados para todo tipo de vehículo, el sol radiante ayuda a que las rutas principales se sequen con rapidez para que los transeúntes puedan retomar sus diversas actividades que generan movimiento económico en la zona. Las vías internas que llegan a los establecimientos de pequeñas ganaderías de Bahía Negra son los que quedaron con mucha agua acumulada, a pesar de todo se transita a caballo para llegar hasta los productores, son situaciones.
Las precipitaciones superaron los 100 milímetros, incluso hubo sectores que acumularon 160, el mes de setiembre cerró satisfactoriamente con volúmenes considerables de agua para las zonas que fueron afectadas por la sequía en el Chaco y tuvieron el alivio luego del temporal. Las comunidades indígenas también pudieron juntar el agua de lluvia en tajamares y tanques, sus caminos se reponen paulatinamente sobre todo en Puerto Casado. AM