Martes/15/MAYO/2007
Washington, 15 may (EFE).- El presidente de EE.UU., George W. Bush, sigue de cerca las negociaciones de “buena fe” entre demócratas y republicanos para lograr una reforma migratoria integral, informó este martes la Casa Blanca.
Durante una rueda de prensa, el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, afirmó que se lleva a cabo un “enorme” trabajo bipartidista y que el mandatario estadounidense “constantemente recibe informes” sobre el asunto.
Snow insistió en que son negociaciones “arduas” y de “buena fe” entre las partes interesadas en una reforma migratoria integral, y reiteró que Bush está “profundamente comprometido” con el tema.
Mientras, fuentes legislativas demócratas dijeron hoy a Efe que el acuerdo, pactado tras tres meses de negociaciones, podría ser anunciado esta misma noche, en víspera de que el Senado comience el debate de un proyecto de reforma.
El acuerdo establecería los parámetros generales del debate migratorio, en momentos en que grupos a favor y en contra de la reforma, y de todo el espectro político del país, incrementan las presiones sobre el Legislativo.
El líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, ha dicho que el punto de partida para el debate que se iniciaría mañana será un proyecto ya aprobado en la Cámara Alta en mayo de 2006, que nunca fue armonizado con la versión que aprobó la Cámara de Representantes.
Los demócratas, que ahora controlan ambas cámaras del Legislativo, no descartan la posibilidad de que se presenten enmiendas a ese proyecto de ley o que incluso sea sustituido por una propuesta distinta.
Algunos republicanos se mantienen inamovibles en su oposición a un proyecto que incluya la legalización de la población indocumentada, porque la consideran una “amnistía” inmerecida.
En las negociaciones a puerta cerrada han participado los secretarios de Comercio, Carlos Gutiérrez, y de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, así como al menos ocho senadores demócratas y republicanos.
En un discurso ante un grupo de empresarios minoristas, Gutiérrez advirtió hoy que si no se logra un acuerdo “significa que tenemos un gran problema como país”.
Sin entrar en detalles, señaló que los negociadores están cerca de un acuerdo pero “todavía falta muchísimo trabajo por hacer”.
“Nada está acordado hasta que todo esté acordado”, aseveró.
El presidente general del Partido Republicano, el senador Mel Martínez, otro de los negociadores, aseveró que están cerca de pactar “un proyecto que va a ser la solución a los problemas de muchos...es un programa muy ambicioso y estoy orgulloso del papel que hemos jugado en las negociaciones”.
En la mira de los grupos pro-inmigrantes ha estado una propuesta republicana que establece un sistema de puntos para la obtención de la residencia permanente y que, en su opinión, sólo fomentaría la desintegración de las familias inmigrantes.
La llamada Coalición Nacional de Inmigrantes del Área de la Capital afirmó en un comunicado que la Casa Blanca “tendrá la culpa si no resuelve la crisis de inmigración en el país”. EFE