Hoy meditamos el Evangelio según San Juan 6, 30-35.
La intención es recta cuando Cristo es el fin y el motivo de nuestras acciones. “La pureza de intenciones no es más que presencia de Dios: Dios nuestro Señor está presente en todas nuestras intenciones. ¡Qué libre estará nuestro corazón de todo impedimento terrenal, qué limpia será nuestra mirada y qué sobrenatural todo nuestro modo de obrar cuando Jesucristo reine de verdad en el mundo de nuestra intimidad y presida toda nuestra intención!”.
Por el contrario, quien busca la aprobación ajena y el aplauso de los demás puede llegar a deformar la propia conciencia: Se puede entonces tomar como criterio de actuación “el qué dirán” y no la voluntad de Dios. …
El papa Francisco a propósito del Evangelio de hoy dijo: “Además del hambre físico, el hombre lleva en sí otro hambre, un hambre que no puede ser saciado con el alimento ordinario. Es hambre de vida, hambre de amor, hambre de eternidad.
Y el signo del maná contenía en sí también esta dimensión: representaba un alimento que satisface esta hambre profunda que hay en el hombre. Jesús nos dona este alimento, es más, es él mismo el pan vivo que da la vida al mundo.
Su cuerpo es el verdadero alimento en forma de pan; su sangre es la verdadera bebida en forma de vino. No es un simple alimento con el cual saciar nuestros cuerpos, como el maná; el cuerpo de Cristo es el pan de los últimos tiempos, capaz de dar vida, y vida eterna, porque la sustancia de este pan es amor.
En la Eucaristía se comunica el amor del Señor por nosotros: un amor tan grande que nos nutre con sí mismo; un amor gratuito, siempre a disposición de toda persona hambrienta y necesitada de regenerar las propias fuerzas.
(…) Algunos se nutren con el dinero, otros con el éxito y la vanidad, otros con el poder y el orgullo. Pero el alimento que nos nutre verdaderamente y que nos sacia es solamente aquel que nos da el Señor (…)”.
(Frases extractadas de http://www.homiletica.org/francisfernandez/franciscofernandez0186.htm yhttps://www.pildorasdefe.net/liturgia/Evangelio-tercer-martes-pascua-Juan-6-30-35-jesus-pan-vida).