Alberto Sarlo, abogado y escritor de La Plata, intenta un proyecto utópico: Enseñarles filosofía, literatura y boxeo a 52 presos del pabellón 4 de una cárcel de máxima seguridad ubicada en Florencio Varela, en el conurbano bonaerense.
Los internos hablan de Hegel, de Sartre, de Dostoievski, del superhombre, y escriben cuentos en los que desnudan su alma y cuentan partes de sus experiencias tumberas. La filosofía los ayuda a repensar sus vidas, sus destinos y las decisiones tomadas.
transformación. Carlos Kongo Mena, un preso que acaba de salir en libertad, vuelve a la cárcel como ayudante de Sarlo, dando su visión desde un lugar más cercano a la realidad de los otros internos. Alberto logra que Carlos sea el primer ex presidiario contratado para enseñar en las cárceles bonaerenses. Para muchos de ellos es la viva imagen de que la redención es posible.
“La experiencia durante el rodaje fue muy buena. Uno tampoco está libre de prejuicios de la sociedad, pero al entrar al pabellón 4 y ver a 52 presos de máxima seguridad escuchando en silencio a Sarlo explicar filosofía, tomando apuntes, leyendo sus escritos, y discutiendo de literatura, me quedé maravillado”, explica Diego Gachassin, responsable de la dirección, guion y fotografía.
CICLO. La proyección forma parte del Ciclo de Cine y Derechos Humanos organizado por el Centro Cultural de España Juan de Salazar, y que reúne películas de la última edición del mismo ciclo realizado en Barcelona.
Las proyecciones, que seguirán con mesas redondas, se realizarán desde hoy, hasta el próximo viernes 6 en la Manzana de la Rivera, en el Centro Cultural Paraguayo Alemán y en el Centro Cultural Juan de Salazar.