La fiscala que llevó el caso, Ana Girala, manifestó que se comprobó que el hombre actuó por un odio a las personas trans. Exámenes sicológicos y siquiátricos dieron cuenta de que el mismo era consciente de sus actos.
La agente fiscal indicó que Amarilla al final del juicio reconoció el hecho y pidió perdón a la familia.
Por su parte, la defensora de los derechos de personas trans, Yren Rotela, sostuvo que es un hecho histórico para el país. “No fue fácil, fue una lucha de muchísima tristeza, de dolor, porque también fuimos víctimas de esta persona”, agregó.
Consideró que la comunidad trans “hoy puede empezar a creer en la Justicia paraguaya”. Desde la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner hubo 61 casos de asesinato de personas trans, a excepción del caso de Romina, ninguno fue investigado, ni hubo condena. El caso ocurrió en octubre del 2017 en San Lorenzo. Amarilla asesinó a su víctima de dos puñaladas. La Fiscalía caratuló el caso como homicidio doloso agravado, debido a que en nuestra legislación no está tipificado el crimen de odio.