El PIB de Brasil registró entre enero y marzo su primer retroceso trimestral desde fines de 2016, contrariando las expectativas de que la llegada al poder del presidente Jair Bolsonaro con un programa promercado impulsara a la mayor economía latinoamericana.
El producto interno bruto (PIB) de Brasil se contrajo 0,2% en el primer trimestre del año respecto al periodo inmediatamente anterior, lastrado por la caída de las inversiones en capital fijo (-1,7%), de la industria (-0,7%) y de la agricultura (-0,5%), según los datos divulgados este jueves por el instituto oficial de estadísticas IBGE.
En cambio, tuvieron resultados positivos el sector de servicios (+0,2%), el consumo de los hogares (+0,3%) y las compras gubernamentales (+0,4%).
El dato, aunque esperado, causa preocupación en un país que aún arrastra los efectos de la recesión de 2015-2016, con tasas de crecimiento endebles en los dos años siguientes (+1,1%) y 13 millones de desocupados oficialmente registrados.
La economía brasileña está amenazada ahora por una recesión, definida como el registro de dos trimestres consecutivos de contracción en relación con el periodo inmediatamente anterior.
En comparación con el primer trimestre de 2018, el PIB brasileño creció 0,5%, su peor resultado desde el primer trimestre del 2017. AFP