Por ese motivo, la diputada del Partido Patria Querida (PPQ), Rocío Vallejo, presentó un texto alternativo que corrige punto por punto el proyecto original aprobado en el Senado, donde fue impulsado por Fernando Silva facetti, Arnaldo Franco y Gilberto Apuril.
Hoy se estudian las propuestas junto con fiscales, jueces, representantes de la Defensoría Pública y del Ministerio de Justicia.
Los cambios se basan en definir y limitar quiénes serían los recluidos que podrían pasar a cumplir prisión domiciliaria.
Entre estos se encuentran personas condenadas y no condenadas que forman parte de la población de riesgo como mayores de 60 años, embarazadas y enfermos. Para ello, según la modificación planteada por Vallejo, se requiere del certificado de una junta médica, no solo de un médico. También podrían salir de la cárcel aquellos condenados que ya cuentan con salidas transitorias.
Uno de los puntos señalados por Vallejo es que el proyecto no especifica cuántos años de condena debe tener el preso para ser beneficiado y por tanto podrían incluirse a personas con altas condenas.
La diputada apuntó también como falencia que la ley no especifica que no pueden salir de prisión los casos de droga, secuestro, crimen organizado y hurto agravado.
Pero entre los beneficiados más polémicos se encuentran aquellos políticos aún sin condena como Miguel Cuevas. No así Ulises Quintana, ya que se aclara que los acusados por asociación criminal no podrán dejar las cárceles.
Vallejo calificó el proyecto original como horroroso y anunció que el dictamen que se podría dar hoy es de vital importancia. “No personalizo las leyes, pero la redacción le beneficia a muchísima gente que no debería salir aún. Mi propuesta es mucho más restringida y si van a salir por enfermedad de base, debe dictaminar una junta médica”, subrayó.
Resaltó además que, según la norma original cuando termine la pandemia, todos los presos deben volver a la cárcel, pero si no retornan, los plazos siguen corriendo, pudiendo extinguirse sus causas. “Qué pasa si no vuelve, por ejemplo, alguien que tiene 10 años de condena y ya cumplió seis, se ordena su captura, pero el plazo de su condena sigue corriendo, o sea, puede estar cuatro años escondido”, advirtió.