Políticos hacen promesas, pero no respetan el Código Electoral

El Código Electoral paraguayo establece el periodo para la difusión de propaganda electoral en la vía pública, así como a través de los medios masivos de comunicación social. Lamentablemente, son las mismas personas que aspiran a ocupar relevantes cargos en el Gobierno de la República quienes desacatan las disposiciones y violan las leyes, inundando calles y ciudades con sus rostros, sus nombres y sus lemas partidarios. Los candidatos contaminan el ambiente y, por sobre todo, envían un mensaje de prepotencia e impunidad.

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El artículo 290 de la Ley N° 834/96, así como el Cronograma Electoral para las Elecciones Nacionales 2023, establece de manera terminante las fechas del periodo que corresponde para la difusión de propaganda electoral en la vía pública y a través de los medios de comunicación social.

La Ley Electoral señala con bastante precisión que la propaganda electoral no podrá exceder de treinta días, contados retroactivamente desde dos días antes de los comicios. Es así entonces que el periodo de propaganda electoral para las elecciones internas de las organizaciones políticas en la vía pública se podrá efectuar en el periodo comprendido entre el 16 de noviembre de 2022 y el 15 de diciembre de 2022.

En cuanto a la difusión de propaganda electoral a través de medios de comunicación social para las internas de los partidos políticos, está permitido solamente desde el 6 de diciembre al 15 de diciembre de 2022.

Sin embargo, y pese a la claridad con la que se expresa la Ley Electoral, a la perfecta definición de los plazos y a la buena difusión de dicha información, son los mismos candidatos quienes violan las disposiciones, pisotean la ley y hacen campaña electoral en forma prematura.

Es por eso que en estas semanas la población es víctima de la contaminación visual que se adelantó al periodo en el que realmente está permitida la promoción de los candidatos; de esta manera, enormes carteles, afiches y pinturas ensucian y afean las ciudades con las pintadas en murallas y paredes.

En este aspecto no hay excepciones, pues todos los movimientos del Partido Colorado están incurriendo en el hecho. El oficialismo, por ejemplo, tiene instalados varios carteles para promocionar la candidatura de Arnoldo Wiens a la presidencia de la República, y del actual presidente de la República, Mario Abdo Benítez, para la Junta de Gobierno. El gigantesco cartel con la frase “A toda máquina”, con una gran foto en el nuevo viaducto del Corredor Vial Botánico; también sobre la avenida Aviadores del Chaco se puede observar en medio la muy invasiva cartelería de la dupla Wiens-Brunetti.

El movimiento Honor Colorado también se adelantó a la hora de hacer propaganda electoral y apostó su publicidad en pantallas led en estratégicos espacios de la avenida España, Aviadores del Chaco y otros, como en su mismo local de comando ubicado en pleno eje corporativo en la capital del país, con enormes carteles que poluyen la visual en la zona de la avenida Santa Teresa y Aviadores del Chaco.

Los políticos que aspiran a ser electos no tienen vergüenza, pero les sobra descaro a la hora de bandalizar las murallas a lo largo y ancho del país, con sus nombres y números de lista, cuando no es con sus rostros en afiches. Hasta la columnas que comparten la ANDE y las telefónicas sufren el acoso de calcomanías y banderitas.

El peor aspecto de esta situación, además obviamente de la violación del Código Electoral, es el hecho de que cada objeto o superficie que ha sido pintada, manchada o cubierta con afiches y murales partidarios jamás serán limpiados al final de la contienda electoral. Y deberán ser los propios vecinos quienes deberán limpiar sus murallas si desean reducir la polución visual, pues como ya es sabido, sus quejas nunca son escuchadas cuando se reclama a las autoridades.

Resulta inaceptable este nivel de incoherencia de parte de los candidatos y es insostenible la prepotencia e impunidad con que ellos están acostumbrados a conducirse.

Precisamente, quienes compiten para ser electos y cumplir funciones de servicio a la ciudadanía son quienes menos respeto y empatía muestran con sus potenciales electores.

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