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Así como Hércules fue el mimado de Hollywood el año pasado, hace un par de años lo fue otro héroe griego de la mitología griega: Perseo. Paralelamente a la saga Crash of Titans surgió Inmortales, apuesta de los productores de 300, quienes vieron que Grecia siempre tiene aventuras que contar. Lastimosamente, tardó mucho en estrenarse en Paraguay.
Como el famoso hijo de Zeus, aparece el ahora conocido Henry Cavill, a quien el director de 300, Zack Snyder, se lo llevó para protagonizar su versión de Superman. Cavill encarna a un Perseo muy distinto al de Crash of Titans, pues ahora el enemigo es el famoso Hyperión, a cargo de un impecable Mickey Rourke.
Como siempre, el mito es libremente interpretado, agregándosele todo el dramatismo que se pueda, ayudado de unos efectos especiales bien trabajados pero que en ocasiones se exagera, como es el caso de las salpicaduras de sangre.
Como está más en la línea de 300, esta producción es bastante sangrienta y cruel. Adultos y menores fácilmente impresionables no deberían verla. Aquellos que gustan de los mitos antiguos se divertirán buscando las coincidencias, y en otras se fastidiarán con los inventos y agregados.
Si se busca acción y aventura, esta es la película correcta, pues ciertamente no pretende otra cosa que entretener al espectador. Aprovéchela antes de que salga de cartelera.
Calificación *** (buena)