Contra todo trámite de rigor, el papa Francisco salió al paso pidiendo a las autoridades del Gobierno de Horacio Cartes que se retire todo lo que represente seguridad extrema en los principales sitios que visitará en nuestro país, entre el 10 y 12 de julio, confirmaron fuentes del Palacio de López.
El Sumo Pontífice quiere mantener el máximo contacto con la gente y que el papamóvil sea abierto y que no cuente con ninguna protección ni blindaje como se preveía, según la misma exigencia que había llegado desde la Santa Sede.
Otro pedido que alarmó a los responsables de la seguridad militar del país, sobre todo atendiendo a la coyuntura local de reinante inseguridad, es que el Papa tampoco quiere que haya vallas ni otro elemento de protección muy visible y que represente una barrera entre la feligresía que estará apostada, principalmente en Caacupé y en la concentración masiva que se realizará en Ñu Guasu.
El Santo Padre está acostumbrado a salir del protocolo, saludar a la gente, tal como ocurrió en Brasil y en otras giras que realizó fuera del Vaticano.
Ante el nuevo pedido que realizó el papa Francisco, trascendió que las autoridades del Gobierno requirieron al Vaticano que todas las exigencias sobre el papamóvil, así como la ausencia de vallas de seguridad, sean enviadas por escrito para dejar constancia.
Replanteamiento. El escenario actual del país es muy delicado, se suceden constantes ataques del EPP, ACA, el reciente acribillamiento del ex parlamentario norteño Magdaleno Silva, lo que impulsa a movilizar a todo el plantel de seguridad policial y militar para dar protección eventual al Papa; sin embargo, esta petición del Santo Padre obligará a una revisión de los planteamientos.
Apenas el viernes último en la comisión organizacional de Caacupé, con miras a la visita del Papa, se planteó reforzar la seguridad de la gran muralla humana que se quiere formar con 5.000 estudiantes desde Kurusu Peregrino hasta el Santuario de la Virgen, lo que nuevamente debe ser sometido a un estudio estratégico.
El ex cardenal Jorge Bergoglio mantendrá varios encuentros multitudinarios en su paso por el país, recorrerá en papamóvil camino a Caacupé y también en el predio del parque Ñu Guasu, y desea, al igual que en otros países, “sentir el calor de la gente, oler a pueblo”, al decir de las fuentes palaciegas.
Incluso pretende encontrarse con los familiares de las víctimas del Ycuá Bolaños y ser como una especie de consuelo para esas almas que siguen llorando a sus seres queridos, más de una década después del siniestro.
En el Bañado Norte la gente también lo aguarda ansiosa y por primera vez se sienten visibles al formar parte del itinerario de un jefe de Estado de su envergadura. Faltan solo 62 días para el gran encuentro del Papa con el Paraguay.