Fiel a su línea a favor de una iglesia más social, el Papa latinoamericano designó como cardenales a pastores, que comparten su visión de una iglesia comprometida con los pobres y desfavorecidos de todo el mundo.
El anuncio fue hecho por el mismo Papa el pasado 25 de octubre al término del ángelus dominical y desconcertó a los católicos debido a que el mundo está concentrado en la emergencia sanitaria que azota el planeta por la pandemia del coronavirus. Por ello aún no se conocen los detalles sobre cómo se desarrollará la ceremonia para la investidura de los nuevos purpurados, prevista para el 28 de noviembre.
El Vaticano respeta las restricciones dispuestas por Italia debido a la pandemia y muchos de los designados provienen de diferentes continentes, por lo que es posible que no logren estar presentes.
De los nueve cardenales con menos de 80 años y, por lo tanto, con derecho al voto en el cónclave para la elección del futuro jefe de la Iglesia, figura el primer afroamericano de la historia, el arzobispo de Washington, Wilton Gregory, originario del South Side de Chicago, conocido por sus posiciones progresistas a favor de los homosexuales.
PERSONALIDADES. “Ha escogido personalidades fuera del común”, comentó el vaticanista Iacopo Scaramuzzi. Recibirán en efecto el título cardenalicio el arzobispo de Kigali, en Ruanda, Antoine Kambnada, representante de uno de los países más azotados por las guerras y el hambre, así como monseñor Cornelius Sim, el primer purpurado de la historia de la pequeña nación de Brunéi. “Prefiere pastores y no le ha dado el título de cardenal a arzobispos italianos de importantes ciudades como ha sido la tradición”, subraya Scaramuzzi. AFP