“Hay una campaña de amedrentamiento, de miedo, de control social, de no dejar que haya críticas, que haya disidencias. No toleran eso, y eso lo hemos visto desde el primero de julio”, sostuvo la legisladora, en abierta alusión al oficialismo colorado.
Refirió que se pondría en marcha para desempolvar el proyecto de protección a periodistas, que de hecho es una de las sugerencias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que se volvió a insistir cuando la Corte IDH responsabilizó al Estado del asesinato del periodista Santiago Leguizamón.
A grandes rasgos, Martínez alegó que la propuesta se había presentado el año pasado, pero quedó parado en las comisiones asesoras.
“Inclusive estuve hablando ya con la gente de la bancada democrática de retomar nosotros el proyecto, revisarlo y lo antes posible poner en el debate”, indicó.
El miércoles pasado justamente el Senado estuvo homenajeando con la entrega de una placa de reconocimiento a la viuda y los hijos de Leguizamón por la lucha para esclarecer el caso.
En forma paralela, la Cámara de Diputados procedía a salvar al diputado cartista Yamil Esgaib, quien había protagonizado otro hecho bochornoso de agresión contra dos periodistas.
Rocío Pereira, de Telefuturo, y Fiona Aquino, de Abc Color, estaban consultando al parlamentario sobre el caso de su hija, beneficiada con un cargo en el servicio exterior, y éste reaccionó con agravios, provocando incluso lesiones a las trabajadoras de prensa.
Ambas, a través del abogado Rodrigo Yódice, presentaron una denuncia ante la Fiscalía por lo ocurrido.
Una mayoría en la Cámara de Diputados optó por salvar a Esgaib, e incluso defendiendo su actuación y cuestionando la labor de la prensa.
Se llegó hasta el punto de lanzar el rumor de una posible pérdida de investidura de la diputada de Patria Querida, Rocío Vallejo, por haber promovido la suspensión de su colega por el plazo de 60 días sin goce de dieta.
Desde el Senado se escucharon algunas voces en contra de la prepotencia por parte de Esgaib, y de la defensa corporativa al mismo.
El presidente electo del Congreso y líder de la bancada de Honor Colorado, Basilio Bachi Núñez, no se quiso hacer cargo de lo que resolvió la Cámara Baja que se abroqueló en defensa del diputado.
Consideró una cuestión personal del mismo, y alegó que mantenía su cuestionamiento sobre la agresión, confesando que le recomendó que pida disculpas a las periodistas afectadas.
En todas las consultas que se le hizo sobre el tema, intentó desligar tanto al Partido Colorado como a su movimiento por la conducta de su correligionario.
Otro colorado, pero de la disidencia, Mario Varela, había lamentado la reincidencia por parte de Esgaib, considerando que se daba una imagen negativa al Congreso.