Hasta el momento, indicó que entre las variantes de preocupación, la delta es la predominante.
Irala explicó que a medida que surge una variante, esta se vuelve cada vez más transmisible. Desglosó que un infectado con ómicron puede transmitir el virus a un mayor número de personas que las registradas con las variantes anteriores, en un periodo de contacto mucho menor.
En cuanto a la virulencia, no se plantea que la variante ómicron pueda producir cuadros clínicos más severos que las otras variantes. Pero hay que tener en cuenta que, al ser más transmisible, se tendrá mayor número de infectados, y las probabilidades de contar con casos graves se acrecentarán proporcionalmente, por lo que la capacidad de contagio tiene que ser llamada de atención para no bajar la guardia y continuar cumpliendo con las medidas de protección, aún después de vacunados.
Con estos datos, aclaró, la intención no es alarmar, sino alertar sobre la situación epidemiológica que puede representar un riesgo para la salud de la población y poner en riesgo la respuesta sanitaria.
El mayor número de casos se vio en junio con gamma. La proyección que se registra actualmente es el aumento de casos en diciembre, que se está cumpliendo.
Anunció que para finales de enero se proyecta el pico de esta ola: “No necesariamente tiene que ser grande para magnificar la situación, teniendo en cuenta que cada incremento implica casos de fallecidos”.
8
personas fallecidas por día es lo que se registra como máximo en las últimas semanas, según el Ministerio.
30
decesos por día es lo que indican las proyecciones para el próximo mes ante nueva variante y el relajamiento.