01 sept. 2025

“No necesitan médico los sanos, sino los enfermos”

Hoy meditamos el evangelio según san Mateo 9:9-13.

El papa Francisco, en una homilía con respecto a la lectura de hoy, dijo: “… Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado en el banco de los impuestos. Era un cobrador de impuestos”.

“Esta gente era considerada de lo peor porque cobraban los impuestos, y el dinero se lo mandaban a los romanos. Y una parte se la metían ellos en su bolsillo. Se lo daban a los romanos: vendían la libertad de su país, por eso los odiaban tanto. Eran traidores. Jesús lo llamó. Lo vio y lo llamó. Sígueme. Jesús escogió a un apóstol, ... entre aquella gente, la peor. A continuación, este Mateo, invitado a comer, estaba alegre”.

“Esto me consuela tanto, porque creo que Jesús ha venido por mí. Porque todos somos pecadores. Todos. Todos tenemos este grado. Somos graduados. Todo el mundo sabe cuál es su pecado, su debilidad más fuerte”.

“En primer lugar, debemos reconocer esto: ninguno de nosotros, todos nosotros los que estamos aquí, podemos decir: “No soy un pecador”. Los fariseos lo decían. Jesús los condena. Eran soberbios, altivos, se creían superiores a los demás. En cambio, todos somos pecadores. Es nuestro título y es también la posibilidad de atraer a Jesús a nosotros. Jesús viene a nosotros, viene a mí porque soy un pecador”.

Por eso vino Jesús, por los pecadores, no por los justos. Esos no lo necesitan. Jesús dijo: “No son los sanos los que necesitan al médico, sino los enfermos, id y escuchad lo que es: Misericordia quiero y no sacrificios. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”.

Este es nuestro consuelo y nuestra confianza: él siempre perdona, cura el alma siempre, siempre. “Pero yo soy débil, voy a tener una recaída...”: Jesús te levantará, te curará siempre [...] Este es nuestro consuelo, Jesús vino por mí [...] dame fuerzas, para ser feliz, para tener la conciencia tranquila.

“No tengáis miedo. En los malos tiempos, cuando uno siente el peso de tantas cosas que hicimos, de tantos resbalones en la vida, tantas cosas, y se siente el peso... Jesús me ama porque soy así”.