21 jun. 2025

Nicanor y la kuriju

Duarte Frutos, una vez más, instó a la gente a no creer en todo lo que publica la prensa. Puso como ejemplo el caso de la kuriju, una historia falsa de la que los medios se hicieron eco tras el cuento que inventó una mujer diciendo que la boa se había comido a su marido.

Tiene razón al señalar que la prensa se “comió" esa historia. Y tiene razón cuando dice que no todo lo que informa la prensa está basado en un cien por ciento en la verdad. Él lo sabe, porque fue parte del mundo periodístico, un mundo que usó como trampolín para dar sus primeros saltos para llegar a lo que quería en el ámbito político.

Me gustaría devolverle la “gentileza” e instar a la gente a algunas cosas, que de seguro ya está de más:

–No le crean cuando dice que su gobierno ha generado miles de puestos de trabajo. Los compatriotas que salieron del país en busca de un mejor futuro lo desmienten.

–No le crean cuando asegura que no se siente autoritario. Es mentira. Su afán de poder lo ha convertido en un peligro para el país y en busca de su reelección ha priorizado sus intereses políticos antes que los del pueblo. Hasta se autodeclaró “el Estado”.

–No le crean cuando dice que tiene posturas firmes y que no es inconstante. Sus ambigüedades para mostrarse un día de izquierda y otro día de derecha, lo delatan.

–No le crean cuando asegura que gobierna para todos los paraguayos. En verdad solo gobierna para él y para sus amigos.

–No le crean sus correligionarios cuando dice que este gobierno es colorado. En realidad, es un gobierno “nicanorista”, donde solo son beneficiados los del entorno presidencial y los amigos de infancia del barrio.

–No le crean cuando dice que pertenece a una nueva generación de políticos dentro de la ANR. Solo debemos recordar que es afiliado colorado desde joven, entró a la política de la mano de Seifart y que fue ministro de Educación de Wasmosy y de González Macchi.

–No le crean cuando dice que lucha por los pobres ni cuando critica a los ricos. Él ya dejó de ser pobre y hoy forma parte de los ricos del país, gracias a su época de “bonanza” económica que comenzó desde que es político.

–No le crean cuando afirma que su gobierno no es corrupto. Solo hay que ver las denuncias de malversaciones y desvíos que se dieron en su administración.

–No le crean cuando dice que el dinero de Itaipú se usa con transparencia. Es mentira. Lo usa como quiere para hacer campaña partidaria.

–No le crean cuando dice que nunca tuvo un avión. Sí lo tuvo, solo a nombre de un tercero, como tal vez muchos de sus otros bienes que nunca pensó tenerlos cuando era periodista.

La prensa, señor presidente, es cierto, se “tragó" historia de la kuriju, pero debe estar seguro de que fue un cuento que no perjudica al país. Sus mentiras, sí.