El humorista gráfico argentino, Guillermo Mordillo (86), que continuaba trabajando, falleció la noche pasada tras sentirse indispuesto mientras cenaba con su familia en un restaurante de la localidad turística de Palmanova.
En su obra de humor mudo, aparecen con frecuencia 2 de sus aficiones, el fútbol y los animales, y llegó a hacer más de 2.000 dibujos sin palabras, con un promedio de 60 anuales.
Estaba casado con Amparo Camarasa, tenía 2 hijos –Sebastién y Cécile– y residía en Mallorca y Mónaco.
Su estilo de humor mudo surgió a raíz de que no dominaba el francés, lo que le hizo optar por hacer un humor sin texto, y esto caracterizó finalmente toda su obra. Su proceso de creación era intuitivo. EFE