Finalmente, el conflicto desatado en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, que empezó con la intervención de la Diócesis y posteriormente el apartamiento del cargo del párroco, padre Jorge Miguel Martínez, terminó con la supresión de la Comunidad Misionera de Jesús (CMJ). La decisión fue dada a conocer por el obispo Guillermo Steckling.
Antes ya habían corrido la misma suerte las Comunidades Sacerdotales de San Juan (CSSJ), que incluyen al Seminario Mayor San José, creadas bajo la administración del obispo Jorge Livieres Plano, que mantuvo un abierto enfrentamiento con la Conferencia Episcopal Paraguaya y que terminó con la intervención del mismo Vaticano.
En un comunicado la Diócesis dio a conocer el Decreto Nº 33, por el cual se establece la supresión de la CMJ. Refiere que la decisión es el resultado de las visitas canónicas desde el 2018 y los recientes informes del comisariato que ha recabado datos y puesto a conocimiento del señor obispo. Al final de este largo camino, el obispo ha tomado la decisión “por el bien de la Iglesia”, considerando en su conjunto, “suprimir la mencionada comunidad y sugerir otro tipo de estructura a sus miembros, para continuar su misión de orar y evangelizar”.
Sobre los motivos de esta decisión señala que “obedecen a cuestiones internas de la Iglesia” y que la mayoría de estos motivos tienen conexión con la comunicación dentro de la Iglesia. Dice que se ha notado una “radicalización de algunas personas sobre ciertas formas de expresar nuestra fe, contactos internacionales en redes con grupos radicales similares y hasta una importante conexión con grupo de índole política”.
En conferencia de prensa virtual, monseñor Steckling dejó claro que la decisión no tiene relación con cuestiones morales, pero sí de diferencias en que se encara el trabajo evangélico. Menciono, por ejemplo, diferencias en la forma de celebrar la liturgia. WF