En la meca del mundo capitalista, ir a la oficina ya no es un requisito, ni mucho menos. Lo que comenzó como un arreglo temporal por la pandemia se ha consolidado como el modelo más habitual para cientos de miles de trabajadores.
Según una encuesta hecha pública este mes por Partnership for New York City –que representa a 330 empresas donde trabaja más de un millón de empleados–, únicamente un 8% de los trabajadores de oficinas de Manhattan acuden actualmente a su puesto cinco días por semana. Mientras, al otro extremo, un 28% trabaja siempre de forma remota, a tenor de los datos de este sondeo, recabados entre 160 grandes empresas de la ciudad. Entre medias, más de un 60% de estos empleados tienen un modelo híbrido, en el que acuden algunos días a la oficina. Un 11% trabajan en persona cuatro días a la semana, un 17% lo hacen tres, un 21% dos y un 14% solo un día.
CONVICCIÓN O NECESIDAD. Algunas empresas han adoptado el modelo híbrido por convicción y otras lo han hecho por necesidad, en un momento de gran demanda laboral en Estados Unidos y en el que un buen número de empleados están dispuestos a cambiar de compañía si se les obliga a regresar a la oficina a tiempo completo.
Con reticencias o sin ellas, las empresas neoyorquinas aceptan ya que el trabajo híbrido es el futuro.
Según la encuesta, casi el 80 por ciento de los empleadores indican que mantendrán este modelo tras la pandemia, en comparación con un 6 por ciento que lo usaban antes del Covid-19. Únicamente una de cada diez empresas encuestadas tiene previsto exigir presencia diaria en sus oficinas una vez que se supere la crisis sanitaria. EFE