25 jun. 2025

Milagros Sánchez corta una oreja en una novillada de promoción en Lima

por Baldomero Cáceres

Lima, 1 nov (EFE).- Una novillada promocional dio inicio hoy a la Feria taurina del Señor de los Milagros en la capital peruana, destacando la gracia torera del franco-mexicano Michelito Lagravere y la oreja que obtuvo Milagros Sánchez.


La peruana Milagros Sánchez, durante la lidia a su primer becerro en la Plaza de Toros de Acho, en Lima (Perú), durante la novillada promocional que dio inicio a la Feria taurina del Señor de los Milagros. EFE | Ampliar imagen

Sólo un tercio de los tendidos estuvieron cubiertos de aficionados en tarde nublada.

Después del paseíllo, un leve seísmo (de 4,3 grados de magnitud en la escala abierta de Richter) hizo temblar la plaza sin que los espectadores se vieran obligados a abandonar los tendidos.

Michelito no tiene más de 1,30 metros de estatura, 10 años de edad y una sonrisa fácil y graciosa que conquista. Sus andares, su inteligencia para darse pronto cuenta de las virtudes y defectos de sus oponentes parecen naturales y luce, además, un empaque que permite avizorar un futuro importante, aunque de por sí sea un placer verlo torear.

El niño torero poco pudo hacer en el segundo que mató, sexto de la tarde, pero en el primero de su lote dio naturales con temple, trincherazos gráciles y llegó rápido a los tendidos ante las embestidas potables del becerrín que se dejó por el pitón izquierdo, aunque reservón. Falló con la espada y recibió palmas tras su labor.

La peruana Milagros Sánchez, “Milagros del Perú", alumna de la Escuela taurina de Segovia (centro de España), usa los trastos con soltura, no le falta valor y dio los muletazos más importantes de la tarde en la labor frente a los becerros que le tocaron en suerte, terneros con apenas pitones que desmerecían su labor. Estuvo certera con la espada y paseó una oreja del cuarto de la tarde.

La mexicana Lulú de La Vega, a pesar del porrazo recibido en el primero del que le quedaron huellas en su rostro crispado por el dolor, acompañó con la cintura tersos muletazos en el quinto que fueron jaleados, pero con la espada estuvo mal.