El presidente Mario Abdo Benítez manifestó que están en proceso de negociación para evitar que la restricción a autopartes desde el Brasil pueda terminar afectando cerca de 12.000 empleos y USD 300 millones como perjuicio económico al negocio automotor.
Ante la consulta, el jefe de Estado señaló que están trabajando para evitar la medida de la Receita Federal de Brasil. Indicó que está en permanente conversación con el canciller Luis Castiglioni, la ministra de Industria y Comercio, Liz Cramer, y el embajador paraguayo en Brasil, Hugo Saguier Caballero.
“Tenemos mucha esperanza de que se va a solucionar. Nos sentamos en una mesa de diálogo para avanzar en un acuerdo automotor”, expresó el presidente de la República.
Abdo Benítez consideró que existe una mesa de negociaciones y que no quiere brindar muchos detalles aún de lo que se está conversando antes de cerrar el acuerdo.
Remarcó que no pudieron avanzar anteriormente por dos factores. El primero se debe a que fue un gobierno nuevo, ya que Jair Bolsonaro asumió como presidente de la República en enero pasado.
El segundo elemento es que toda la concentración giró en torno a las negociaciones realizadas con la Comunidad Europea y el Mercosur, cuyo acuerdo fue anunciado la semana pasada. “Soy optimista de que en esta mesa de trabajo vamos a ponernos un plazo y un cronograma que no había antes para poder cerrar. Estamos en una mesa de trabajo. Tenemos nuestro criterio. No culminó nunca el proceso del acuerdo automotor”, sentenció.
La disposición de la Receita Federal de Brasil apunta a no darles el arancel preferencial de Mercosur a autopartes paraguayas.
Desde el Brasil se dio a conocer la resolución emitida el 28 de junio pasado mediante la cual informó sobre el tratamiento tarifario para las autopartes originarias de los países del Mercosur.
Las autoridades aduaneras brasileñas explicaron que no se negoció un programa de liberación comercial para este producto, así como tampoco para el azúcar, en el acta del bloque regional en 1991.
La situación es diferente con otros países que integran el Mercosur, como Argentina y Uruguay, con los que sí cerraron acuerdos bilaterales.
Las piezas y accesorios de automóviles fabricados en nuestro país ahora deberán tributar un 16% de arancel externo común (en lugar del 0%) para ingresar al territorio brasileño, lo que significa una pérdida de competitividad, afectando exportaciones que orillan USD 300 millones.