Así sería estrenada en 1990, en un gran concierto que dicha agrupación orquestal ofreció en el Centro Paraguayo-Japonés, con la presencia del autor de los textos, Elvio Romero. Cuando este subió al escenario, cuenta el destacado director, “se escuchó el aplauso más largo en la historia de los conciertos, doce minutos... Era la rabia contenida del pueblo y un homenaje al gran músico y al poeta presente”.
El conjunto de las obras de Flores –según el citado director– forman parte ya de la historia de la música paraguaya y universal, señalando que “la guarania es algo monumental, que fluye como expresión de un pueblo”. Y destaca que en los años 80 conoció en Buenos Aires a músicos ya veteranos que habían estado en el estreno de la pieza en Rosario y le narraban la favorable acogida del público y también algunas dificultades para interpretar la obra.
Szarán destaca la dulzura y el melodismo amplio que tiene Flores y que, a su juicio, se expresan plenamente en la trilogía que conforman Ñanderuvusu, Pyhare pyte y María de la Paz, que considera “son tres obras colosales”. Todas las cuales han sido estrenadas en nuestro medio por la OSCA, en sucesivos conciertos de temporada. Indicando que hay que potenciar la guarania con concursos para nuevos compositores, tratando de que se no pierda el estilo propio que tiene el género musical.
EL SÍMBOLO DEL PARAGUAY
A su vez, el director de la Sinfónica Nacional, Juan Carlos Dos Santos, conceptúa a la guarania como uno de los grandes aportes que dio el país, “se podría decir que es el símbolo del Paraguay, de su cultura, de su gente, que se ha proyectado a todo el mundo”. Considera que esta pieza sinfónica, que la ha dirigido en diversas oportunidades, “es una obra que desconcierta, por momentos sorprendente, con pasajes de osadía”, lo cual –señala– es notable, ya que Flores fue una persona que no llegó a tener la formación musical adecuada. “Sin embargo, en sus creaciones se evidencia una modernidad insólita”, producto –reflexiona– de su contacto con grandes músicos en la capital porteña y en Europa, además de ser un gran estudioso.
Aprecia, además de esta obra, la creación de Guyrau (Tordo negro) como algo que sorprende por su estructura y pasajes únicos, que se apartan de lo tradicional, “que puede darse en otras obras de Flores”, señala. Finalmente, la apreciación del conjunto de sus piezas lleva a que lo califique como un músico de vanguardia.
En tanto que para el director de la Sinfónica del Congreso, Diego Sánchez Haase, la pieza María de la Paz constituyó todo un suceso en el ámbito musical por la melodía, la armonía “y una fórmula rítmica bastante singular”.
La considera entre las composiciones más logradas como Ñanderuvusu y Pyhare pyte, “que son piezas desafiantes para el intérprete y para el público”. Insiste en que es necesaria una política pública de difusión amplia de todo este repertorio, y en la conveniencia de preservar su identidad. Para el joven músico e investigador Javier Acosta Giangreco, “la guarania es un símbolo de identidad, pero, previene, hay que cuidar su estilo, lo que exige un debate serio, sin fanatismo. La globalización y la tecnología están moldeando una nueva forma de tocar nuestra música. Pero si no la cuidamos podemos perderla, dado que la misma perdura en la tradición oral. Perder la tradición sería imperdonable, ya que es la base de nuestra identidad nacional.
Abocado al estudio de las 11 obras sinfónicas del maestro, para su trabajo de tesis que presentará para un masterado, entiende que más allá de India, Panambi vera, hay lo que él denomina “un Flores desconocido”, que nos sorprende con piezas como la que estamos mencionando y otras que indican vetas nuevas de creatividad. “Es un legado que debemos conocer, difundir y preservar, de una riqueza única”, señala.
Recordemos también la destacada labor de la orquesta y coro de la Universidad del Norte, que ha dado un lugar destacado a dicho poema sinfónico en sus temporadas de concierto. Además, tuvo la iniciativa de estrenar la suite para ballet Ñanderuvusu, con coreografía del maestro cubano Manuel Pérez, en un gran espectáculo que impactó por el nivel artístico logrado, en lo que constituyó el estreno mundial de la obra completa.