Los anuncios del martes son especialmente significativos, tanto por el volumen de negocios como por lo simbólico de unas marcas que representan como ninguna otra el “american way of life” y cuya llegada a Rusia, se convirtió en su momento un acontecimiento de modernidad.
La suspensión del negocio de estas franquicias mundiales supone para Rusia otro duro golpe.
El primero en anunciar una “pausa en todos sus negocios” en Rusia fue McDonalds, empresa que tiene 850 locales en todo el territorio ruso y que da empleo a 62.000 personas. Horas después se sumó la cadena de cafetería Starbucks. Y Coca-Cola, hasta ahora reticente a renunciar al mercado ruso, le siguió los pasos. Su gran competidora, Pepsi Cola, no pudo quedarse al margen y poco después anunció que suspende la venta de todas sus gaseosas. EFE