Lo significativo del episodio es que entre los caídos se pudo identificar a uno de los históricos fundadores del grupo criminal, Lucio Silva, quien ya había participado en el intento de asalto a un banco en la ciudad de Choré, San Pedro, en 1997, la primera acción delictiva de quienes luego pasarían a formar el EPP. También se encuentra entre los abatidos un integrante de jerarquía en la banda, Esteban Marín López, reconocido como quien dirigió el secuestro del ex vicepresidente de la República Óscar Denis Sánchez, el 9 de setiembre, en su estancia cercana a Yby Yaú. Sin dudas, la caída de los mismos implica un golpe importante para los delincuentes secuestradores.
Lamentablemente no se pudo capturar a ninguno de los miembros con vida y los demás que estaban en dicha célula nuevamente lograron escapar, tras abandonar mochilas y equipos. De este modo, según lo han reconocido las mismas autoridades de la FTC y del Gobierno, no se han podido lograr datos nuevos relevantes que permitan conocer el paradero del ex vicepresidente Denis Sánchez, ni de las otras dos personas secuestradas.
No hay que olvidar que el policía Edelio Morínigo cumple hoy 2.335 días de permanecer cautivo en poder del grupo armado criminal; el ganadero Félix Urbieta lleva 1.504 días en poder de otro grupo vinculado, y el ex vicepresidente de la República Óscar Denis Sánchez lleva 77 días. El hecho de que los abatidos hayan sido reconocidos como integrantes del grupo que secuestró a Denis implica que el rehén ya no se encontraba en poder de los mismos, lo cual vuelve aún más penosa la vigilia de los familiares, en espera de algún tipo de noticias sobre su paradero y situación de salud.
Lo llamativo, además, es que el resultado del enfrentamiento ha instalado una sensación de triunfalismo en sectores de la sociedad que anhelan, con toda lógica y justicia, que las fuerzas de seguridad del Estado puedan llegar a desactivar a los grupos criminales que hasta ahora han venido operando con mucha impunidad en la zona, generan inestabilidad y zozobra, afectando a las esferas de trabajo y producción, entre otros factores.
Dicha sensación de victoria no debe llevar, sin embargo, a perder de vista que los principales líderes del grupo criminal siguen sin ser capturados y, lo más importante, que tres compatriotas siguen retenidos ilegalmente en poder de los mismos, dos de ellos habiendo superado todos los récords de mayor tiempo de secuestro delictivo en la historia de nuestro país.
Por ello, la postura triunfalista no debe impedir que se siga reclamando por la suerte de los tres compatriotas, cuyos familiares siguen sin tener noticias de ellos. La paz y la tranquilidad en la laboriosa zona Norte solo serán restablecidas cuando se logre desactivar totalmente la amenaza y se garanticen la seguridad y el desarrollo.