Pedro Castillo comenzó el viernes a ejercer con toda la formalidad el cargo de presidente de Perú, al recibir el reconocimiento institucional de su mando supremo por parte de las FFAA mientras en el país arreciaban las críticas de diversos sectores hacia su “inaceptable” Ejecutivo.
Tras una reunión religiosa en un templo evangélico –religión que profesa gran parte de su familia, muy devota– el mandatario cumplió con la tradición y participó como invitado de honor en el desfile militar que las Fuerzas Armadas ofrecen a su presidente con motivo de la fiesta nacional peruana y que sirve como muestra de la aceptación militar de su mando.
Acompañado por los flamantes miembros de su gabinete, entre ellos el primer ministro Guido Bellido y el ministro de Defensa, Walter Ayala, así como por todas las altas autoridades del Estado, Castillo acudió al Cuartel General del Ejército para participar en la ceremonia en la que se recordó a los mártires de la independencia peruana, así como a las víctimas del terrorismo y de la pandemia de Covid-19.
SEVERO ANÁLISIS. Mientras Castillo se ocupaba de las formalidades del cargo presidencial, los medios y la ciudadanía continuaron con el severo análisis y las críticas furibundas que ha despertado el anuncio de su primer gabinete ministerial, que ha sido descrito como “inaceptable”, “un golpe bajo”, “un caos” e incluso como “una bomba”.
La figura de Bellido, un congresista de un notorio perfil izquierdista radical, machista y homófobo, muy próximo al líder del partido oficialista Perú Libre, Vladimir Cerrón, un exgobernador regional condenado por corrupción, ha sido vista de forma muy negativa por propios y extraños que ven en ella “una pésima señal”.
Entre otras cosas, el primer ministro está bajo investigación por apología del terrorismo, después de que durante una entrevista evitara calificar como tal los ataques de la banda Sendero Luminoso en las décadas de 1980 y 1990, que dejaron alrededor de 70.000 muertos en el país.
El resto del Ejecutivo, al que le falta aún la pieza clave del Ministerio de Economía, Pedro Francke, renunciara a asumir el cargo, tampoco ha sido mejor recibido.
El gabinete ministerial es un grupo muy político, dominado por sectores izquierdistas, con algún técnico, apenas dos mujeres y al que también le falta un ministro de Justicia.
DECEPCIÓN. Para el diario El Comercio, Bellido lleva al Gobierno de Castillo “vicios antidemocráticos” por su defensa de que Cuba es una “democracia” y preside un Ejecutivo plagado de “improvisación” y que “empezó defraudando”.
El conservador diario Expreso subrayó por su parte el carácter beligerante del nombramiento de Bellido, que “busca provocar al Congreso para que no le dé el voto de confianza” y así cerrar el Parlamento y “gobernar con decretos de urgencia”.
Esta tesis también ha sido ofrecida por numerosos analistas, políticos y periodistas durante toda la jornada.
Incluso el diario La República, de tendencia progresista, calificó de “golpe bajo” la designación de un hombre “con posiciones homofóbicas y machistas” como Bellido.