Posee el récord de victorias en Grandes Premios de Fórmula 1, es diseñador de ropa, defensor de la ecología y de la lucha contra el racismo, y hasta podría convertirse en cantante. Lewis Hamilton a su paso por diferentes ámbitos brilla con luz propia y se hace notar en el paddock por su eclecticismo y su activismo.
El piloto británico de 35 años, que desde 2017 ostenta el récord de pole positions (97) por delante de Michael Schumacher, destronó esta temporada al alemán en número de podios (161) y de victorias (92). Y parece que va en marcha también de igualar en 2020 su récord de siete títulos mundiales y hacer “que el nombre de Hamilton pase un poco más a la historia”, pese a sus modestos orígenes, su color de piel y las convenciones del paddock. “Si ustedes no supieran que Lewis es piloto, no lo adivinarían nunca. Mientras que viendo a Nelson (Piquet) o Schumi se dicen: son pilotos”, dijo Ecclestone. Calificado a menudo de estrella del pop, con sus llamativas joyas y sus numerosos tatuajes, Hamilton se dio a conocer al principio por su estilo de vida jet-set, antes de ganar en sustancia. El nacido en Stevenage, una ciudad dormitorio al norte de Londres, adquirió un aura que le ha valido ser, de largo, el piloto más popular en las redes sociales. Es posible que sus anteriores empleadores y medios de comunicación temieran que sus amistades con el mundo de la moda (firma colecciones para la marca Hilfiger) y de la música (participó en una canción de la cantante Christina Aguilera) lo perjudicaran. Pero el interesado, como su jefe en Mercedes, Toto Wolff, lo ven como una de las claves de su éxito deportivo. “Mantener mi creatividad me estimula”, aseguraba Hamilton a la AFP en 2018. “En mi tiempo libre intento explorar porque, mientras aprendes, estimulas tu mente”. Primer piloto negro de la historia de la categoría reina del automovilismo (su padre nació de padres originarios del país caribeño Granada, su madre es blanca, se divorciaron cuando Lewis tenía 2 años). Menciona habitualmente sobre el racismo al que se ha enfrentado. Tras la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la policía estadounidense en mayo, este tema se convirtió en una de sus batallas. Aún a riesgo de molestar con su insistencia, el piloto presionó a la F1 para organizar una ceremonia antes de la salida de los Grandes Premios y lanzó una comisión en Reino Unido para fomentar la diversidad en un deporte mayoritariamente blanco y masculino. Antes, se había posicionado como defensor de la causa animal y del medioambiente, renunciando a su avión privado de color rubí y haciéndose vegano. En cuanto a su vida privada, tras una relación muy mediática con la cantante Nicole Scherzinger, Hamilton, ferviente católico como su ídolo Ayrton Senna, se muestra ahora discreto y aparece más a menudo al lado de su bulldog francés Roscoe que de potenciales compañeras. AFP
GANADOR. El deportista resalta en las pistas, en la moda, así como en la lucha contra el racismo y en pos de la ecología.