18 abr. 2024

Las mujeres pisan cada vez más fuerte en el mundo de la arquitectura

Mujeres trabajando. La arquitecta Patricia Gauto.

Mujeres trabajando. La arquitecta Patricia Gauto.

Foto: Dardo Ramírez.

Para las mujeres profesionales sigue siendo difícil vencer la barrera que impone el machismo en cualquier profesión, en la que a ellas siempre se les exige el doble de esfuerzo y de formación para mostrar su valía y su capacidad, y aun así siguen percibiendo menos salario que los hombres.

Esa práctica aún es común en muchos ámbitos laborales, aunque con el tiempo las mujeres lograron ganarse sus propios espacios en ámbitos casi totalmente dominados por los hombres, como la arquitectura y el desarrollo inmobiliario.

Pero desde hace unos años esa situación fue cambiando y hoy la arquitectura paraguaya cuenta con gran cantidad de mujeres que se destacan.

Una de ellas es la arquitecta Patricia Gauto, quien logró sobresalir a fuerza de capacitación constante, trabajo, sensibilidad e intuición. Se desempeña como coordinadora de proyectos en la desarrolladora Miaterra Negocios Inmobiliarios.

“Creo que hoy en día las mujeres estamos pisando más fuerte, en un rubro muy competitivo y en el que se exige mucho profesionalismo y alta capacidad, pero en el que nos complementamos perfectamente con los hombres. Es un trabajo en conjunto, ahora en la oficina estamos más mujeres arquitectas que nos encargamos de acompañar las obras, los proyectos, que trabajamos muy de cerca con la constructora y con los ingenieros”, comenta Gauto.

La profesional está encargada de fiscalizar la construcción del edificio Morelia, que se encuentra en el barrio Sajonia de Asunción, una estructura que ella diseñó y a la que acude casi a diario para controlar que toda la obra se haga respetando el plano arquitectónico.

terminaciones. Gauto comenta que con el tiempo las arquitectas que acompañaban las obras se dieron cuenta de que además de controlar la construcción también debían estar en los detalles relacionados a las terminaciones finales.

“Al acompañar las obras nos dábamos cuenta de los detalles que debían estar a punto, como la pintura, el cielorraso, los azulejos, la pastina, cosas que hacían que al final nosotras estuviéramos todo el día en obras, por lo que nos vimos en la necesidad de contratar a un fiscal mujer. Y es así en donde se nota ese trabajo en conjunto y la necesidad de complementar las visiones de una arquitecta e ingeniero dentro de una obra”, señala.

Destaca que en las obras acabadas es cuando resaltan los detalles femeninos en las terminaciones. “Creo que las mujeres tienen mucho en cuenta los detalles, las terminaciones, pero también pienso que no es una cualidad femenina exclusiva, porque esa virtud depende mucho de cada persona, de su carácter, su forma de hacer las cosas, de su sensibilidad e intuición necesaria para mirar de forma diferente una obra”, resalta.

“Los referentes arquitectónicos que seguimos teniendo son, en su mayoría, hombres, aunque también surgieron muchas mujeres destacadas, como la iraní Zara Hadid, por ejemplo, o arquitectas como ellas que son muy contadas y recientes, pero la mayoría de los íconos de la arquitectura siguen siendo hombres”, señala.

en las obras. “Ganarse el respeto y el hecho de que te traten como a una igual creo que también depende mucho de una como persona, porque desde el día 1 en que se pisa una obra, cuando ven a una mujer, los obreros te miran con otros ojos y te escudriñan más, como que van estudiando el terreno y depende mucho de cada una de nosotras para que venzan sus prejuicios, del trato que les das, la forma en que les saludás y de que les des su lugar dentro del trabajo diario. De todo eso depende de que ellos se vayan adecuando y tomando confianza hacia las indicaciones que les demos en zona de obras. La clave es tratarlos como iguales”, concluye la mencionada profesional.

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