28 mar. 2024

Lacalle Pou asume como presidente de Uruguay con el desafío de cambio

El centroderechista Luis Lacalle Pou fue investido ayer como presidente de Uruguay, bajo la consigna del cambio político, dejando atrás 15 años de gobiernos de izquierda en ese país.

Flamante. El presidente Luis Lacalle Pou saluda desde el Edificio Artigas (ex Palacio Estévez).

Flamante. El presidente Luis Lacalle Pou saluda desde el Edificio Artigas (ex Palacio Estévez).

El centroderechista Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional (PN), fue investido ayer como presidente de Uruguay, jornada vivida bajo la consigna del cambio político, la misma apelación que la coalición de izquierda Frente Amplio (FA) usó hace 15 años para subir al poder por primera vez en la historia.

El ex senador alcanza la jefatura del Estado 30 años después de que lo hiciera su padre, Luis Alberto Lacalle Herrera (1990-1995), a quien, pese a considerarse a sí mismo el “hijo rebelde” y querer separarse del apellido familiar en la campaña electoral para ser solo Luis, hizo ayer varios guiños.

MENSAJE DE CAMBIO. El cambio político, las mejoras en educación y economía y un mayor control para combatir la inseguridad fueron los ejes del discurso de Lacalle Pou en el Palacio Legislativo, donde hizo el denominado Compromiso de honor, recogido en el artículo 158 de la Constitución de Uruguay para ser investido como presidente.

“Yo, Luis Lacalle Pou, me comprometo por mi honor a desempeñar lealmente el cargo que se me ha confiado y a guardar y defender la Constitución de la República”, fueron las palabras del nuevo mandatario uruguayo.

El político del PN no se desmarcó mucho de las líneas trazadas durante su campaña electoral y sus apariciones públicas tras proclamarse vencedor en los comicios de noviembre sobre el candidato del FA, Daniel Martínez.

“Esta vez la ciudadanía nos dio un mensaje claro y contundente. Dijo que es necesario un cambio, pero un cambio acompañado de acuerdos. Es hora, entonces, de cumplir con la voluntad popular. Se acabó el tiempo de los discursos”, señaló Lacalle Pou, quien gobernará por el periodo 2020-2025 en un Ejecutivo de coalición, integrado por cuatro partidos más.

No obstante, aclaró que no pretendía “hacer tabla rasa” con la transmisión del mando presidencial porque “esta etapa” no puede ser “cambiar una mitad por la otra de la sociedad”.

En la Plaza Independencia, le esperaba Tabaré Vázquez para hacerle entrega de la banda presidencial, un momento simbólico en las ceremonias de asunción en Uruguay.

El hasta ayer mandatario, que lucía la banda presidencial, se agarró del brazo derecho de Lacalle Pou y caminaron juntos varios metros hasta el escenario, situado a los pies de la estatua del prócer José Artigas, donde le hizo el traspaso de mando.

Luego, el ya ex presidente de Uruguay abandonó en solitario la plaza, tras recibir honores militares, antes de que los once ministros y dos ministras del nuevo Ejecutivo tomasen posesión de sus cargos. En su gabinete se cuentan siete integrantes del PN, tres del Partido Colorado (PC, centroderecha), dos de Cabildo Abierto (CA, derecha) y uno del Partido Independiente (PI, centroizquierda). Solo el Partido de la Gente (PG, derecha), quinto integrante de la coalición del Gobierno de Lacalle Pou, no tiene representación ministerial.

La izquierda latinoamericana no estuvo representada en el acto de investidura.


Aclamación delos gauchos
El interior del país, con tan poca representación en la vida cotidiana de Montevideo y sus instituciones, fue un gran caladero de votos para Lacalle Pou en noviembre y quiso hacerse presente ayer, con más de 3.000 jinetes llegados desde distintos puntos en una marcha denominada La voz del campo, que arrancó el día 15.Ataviados con la vestimenta gaucha, escoltaron al presidente Luis Lacalle Pou y a la vicepresidenta Beatriz Argimón hasta la Plaza Independencia durante un desfile en el que se escucharon miles de aclamaciones, con gritos de “presidente, presidente” y algún que otro abucheo. El mandatario se desplazó en el Ford V8 Cabriolet de 1937, de color verde, que era de su bisabuelo y político de fines del siglo XIX, Luis Alberto de Herrera. EFE


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