La segunda cumbre entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong Un, terminó antes de lo previsto debido a un profundo desacuerdo en la negociación para desnuclearizar Corea del Norte, un fracaso que llena de incertidumbre el futuro del proceso de distensión.
La segunda jornada de la cumbre de Hanói comenzó con señales de sintonía entre los dos líderes, pero se cerró abruptamente sin la firma de la declaración conjunta que habían negociado ambas partes y con la admisión de Trump de que es posible que no vuelva a reunirse con Kim en mucho tiempo.
“Fueron dos días muy interesantes, incluso productivos, pero a veces hay que retirarse, y esta es una de esas veces”, afirmó Trump en una conferencia de prensa al término de la cumbre.
Según el presidente estadounidense, Kim le ofreció desmantelar el centro de investigación nuclear de Yongbyon, donde produce su combustible para bombas atómicas, pero a cambio pidió un levantamiento de sanciones que Washington consideró inaceptable.
“Fue por las sanciones. Básicamente ellos querían que levantáramos las sanciones de forma íntegra, y nosotros no podíamos hacer eso. Estaban dispuestos a desnuclearizar una gran parte de las áreas que queríamos, pero no podíamos levantar todas las sanciones por eso, así que tuvimos que retirarnos”, explicó Trump.
explicación coreana. El canciller de Corea del Norte afirmó que Kim Jong Un hizo una oferta realista al presidente Trump, en la cumbre de Hanói, según la agencia de prensa surcoreana Yonhap. El régimen norcoreano tan solo pedía un levantamiento parcial de las sanciones, aseguró el canciller en una declaración muy inha-bitual, realizada en el hotel de la delegación en Hanói.
El canciller aseguró también que Kim propuso cerrar el complejo nuclear de Yong-byon como parte del acuerdo.
Además, Kim no estaba preparado para hacer lo que Wa-shington le pedía en materia de desnuclearización, según afirmó el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo.
El panorama parecía más prometedor cuando los líderes se reunieron el miércoles, vaticinando unas exitosas conversaciones antes de una cena con sus máximos asesores.
La Casa Blanca estaba tan confiada que programó una ceremonia de firma de un acuerdo conjunto al final de las conversaciones. Al igual que ocurrió con el almuerzo, la ceremonia nunca llegó a celebrarse. Trump aseguró que las negociaciones continuarán. Trump abandonó inmediatamente Hanoi y habló desde su avión con los líderes de Japón y Corea del Sur.