19 feb. 2025

La cuestión energética: Un debate necesario

Darío Lugo – TW: @apolo1970

Para las facciones que pugnan por el poder y que el 17 del corriente tendrán sus internas, además de las generales de abril venidero, un debate primordial es el referente a la política energética, enfocada primordialmente en el proceso más próximo en el tiempo: la renegociación del Tratado de Itaipú y el Anexo C.

En el 2023, a más de cumplirse 50 años de vigencia del Tratado (lo que da pie para negociar las bases financieras del emprendimiento, como la tarifa de venta), también se saldará la deuda de la binacional con Eletrobras; por ende, el país podría disponer al año de unos USD 1.000 millones adicionales, si es que se llega a un acuerdo con Brasil.

El aprovechamiento del 50% de la disponibilidad de energía proveniente de Itaipú, en realidad, no es tal para el Paraguay, puesto que el precio recibido en concepto de compensación por cesión de energía no alcanza al de mercado, y habrá que pergeñarse una estrategia profunda para entrar a negociar con el fin de que los derechos nacionales sean respetados.

A más de esto, hay que planificar para saber en qué se invertirán los recursos extras a ser recibidos cuando desde el año señalado se deje de pagar la histórica deuda. No debe escapar tampoco a los dirigentes –como una opción valedera– el planteamiento de una política energética que aproveche la disponibilidad de energía renovable, a través de la reconversión de industrias que ahora se nutren de biomasa o hidrocarburos como fuentes para sus procesos.

Es cierto que el nivel de debate en general, es decir, de los grandes temas, prioridades, preocupaciones y anhelos de la población, es muy escaso y con poco dinamismo o profundidad de campo, y gran parte de la agenda es copada por los descalificativos coyunturales o el golpe de efecto emocional atendiendo a los colores y la pasión. Sin embargo, un aspecto transversal que puede llevar a un verdadero desarrollo del país es, justamente, la cuestión energética.

Desde esta perspectiva, aún falta que la población en general reciba cada vez mayor insumo en conocimiento respecto a lo que Paraguay puede aprovechar de la renegociación, además de cómo las administraciones sucesivas pueden perfilar sus estrategias, con el fin de aprovechar el 50% de la disponibilidad que ofrece Itaipú.

Hay que tener en cuenta que el próximo Gobierno tendrá la principal responsabilidad de llevar adelante el proceso concreto de la renegociación, y que las mejores mentes deben estar al servicio de tal fin. Es más, ya es tiempo de generar ideas y estrategias para no replicar lo que atávicamente se conoce como costumbre criolla: dejar todo para última hora.

Como alternativa para el desarrollo puede gestarse –por un lado– la venta de la energía que le corresponde a Paraguay, ya sea a Brasil o a un tercer país, pero con mejores precios; o bien brindar al sector industrial una mayor oferta de hidroenergía para aminorar la demanda de biomasa o combustible fósil, ya que estas fuentes son limitadas y degradan el ambiente.

El éxito dependerá de la mejor decisión política.