Luego de más de 40 días de cuarentena, las autoridades del Gobierno han anunciado que se está trabajando en un cronograma de flexibilización para abrir el aislamiento total y permitir que algunos sectores laborales y económicos, como de la administración pública, vuelvan a operar de manera gradual, con estrictas medidas sanitarias.
Los detalles operativos se estarían anunciando oficialmente este viernes 24 y aunque todavía no existe una fecha definida, se considera que esta nueva etapa entraría a regir desde el lunes 27, pues el último plazo de la restricción total se cumplirá este domingo.
El anuncio gubernamental ha generado entusiasmo en muchos sectores laborales y económicos que han resultado muy golpeados por la paralización casi total, ya que se plantea la posibilidad de volver a operar y generar ingresos, por lo menos parcialmente.
Sin embargo, al mismo tiempo despierta la preocupación de gran parte de la población, que teme que la apertura pueda llegar a descontrolarse, con una invasión masiva de personas en núcleos urbanos y que el nivel de contagio se dispare con lamentables consecuencias para la salud pública.
Hasta ahora, las drásticas restricciones impuestas por las autoridades sanitarias han demostrado resultados positivos en los registros oficiales. La cantidad de casos de personas contagiadas es mucho menor de la que se esperaba y a la vez resulta interesante el número de pacientes del coronavirus que están logrando recuperarse tras el periodo de incubación de la enfermedad, lo cual ha dado tiempo a que la deficiente infraestructura del sistema de salud pública en nuestro país se haya podido preparar mejor, con la ampliación de números de camas de terapia intensiva y con la construcción de los dos nuevos hospitales para enfermos de Covid-19 que acaban de ser habilitados.
Ante este panorama, la conciencia de un gran sector de la ciudadanía que se ha podido observar en estos 44 días de cuarentena –salvo las lamentables excepciones, que han debido ser debidamente penalizadas–, acatando y respetando las estrictas medidas dispuestas, aun con altos costos de sacrificio, ahora se hará mucho más necesaria.
Flexibilizar la cuarentena no significa que el peligro del contagio se haya acabado.
Por el contrario, el virus seguirá al acecho y retornar a los puestos laborales o a otras actividades necesarias para mantener la economía y el funcionamiento del país, implicará tener que cumplir aún más estrictamente con los protocolos de cuidado sanitario del nuevo cronograma que se dará a conocer, mantener las distancias físicas indicadas, aplicar los hábitos de higiene y desinfección de modo permanente, para evitar que el contagio se dispare.
Deberemos aprender y aplicar reglas de urbanismo que antes no teníamos mucho en cuenta. Es una nueva etapa de desafío que debemos enfrentar para superar la crisis.
 
    
    